Aunque el pesimismo es definido como un estado de ánimo, también puede calificarse como un mal hábito que afecta tu perspectiva, volviéndote pesimista y negativo para pensar, analizar y decidir. Incluso, los más radicales dicen: “El pesimismo niega el progreso de la civilización y de la naturaleza humana”.
Afortunadamente, existen técnicas y acciones que puedes (y debes) comenzar a practicar, ya que prometen acabar con ese horrendo estado de ánimo, sin caer en la positividad tóxica. Te contamos cuáles son:
1.- Convierte lo negativo en positivo
El pesimismo comienza en tu mente, así que una forma de evadirlo es convirtiendo esos pensamientos negativos en afirmaciones positivas.
Por ejemplo, si te preguntas: “¿Y si todo sale mal con este nuevo trabajo?”, cámbialo por un “confío es que me irá mucho mejor en este trabajo”.
Utiliza razonamientos e ideas positivas para contrarrestar el pesimismo que te atormenta. Debes trabajar en tu diálogo interno y eso se reflejará en tu actitud ante cualquier situación cotidiana.
2.- Sé agradecido
Cuando te vuelves agradecido, incluso en los pequeños detalles, automáticamente alejarás el pesimismo.
Al pensar en las cosas positivas que te rodean, lo negativo perderá importancia. Por esa razón, los psicólogos recomiendan que hagas una lista diaria de agradecimientos.
Antes de dormir o al despertar, toma papel y lápiz y medita en todo aquello por lo que estás agradecido y anótalo. De esta forma, cuando sientas que estás a punto de caer en pesimismo, tus anotaciones te darán ánimo.
3.- Cuida tu diálogo interno
“No lo voy a lograr”, “no sirvo para esto” o “todo me sale mal”, son afirmaciones tanto pesimistas como rudas contigo mismo. Es crucial que mejores tu diálogo interno para poder mejorar tu actitud.
Los especialistas recomiendan que de vez en cuando te trates como a un niño pequeño. Nunca le hablarías mal a tú “yo” del pasado y así debes visualizarte antes de juzgarte por algo que no anda bien.
Cuidar cómo te hablas internamente no solo hará que dejes atrás el pesimismo, sino que elevará tu autoestima.
4.- Rodéate de gente positiva
Nuestro círculo cercano tiene la capacidad de influir enormemente en cómo tomas las cosas. Si te rodeas de personas tóxicas y pesimistas, será muy difícil que salgas del pesimismo.
Lo más aconsejable es que escojas bien con quién compartir para así añadir gente positiva a tu alrededor. Otro punto importante es que siempre cuentes con una red de apoyo, que podría ser una tu pareja, tus padres, tus mejores amigos, o un terapeuta, para que en los días malos tengas en quién confiar.
5.- No te centres en los fracasos
Los fracasos son parte de la vida y nadie puede escapar de eso, sin embargo, tu elección es cómo afrontarlos.
Si algo no va del todo bien en casa, en el trabajo o en cualquier ámbito de tu vida, concéntrate en lo que estás aprendiendo o en lo que puedes hacer al respecto, no en lo negativo.
Si consideras que eres una persona pesimista, pero quieres cambiar esa actitud, no será de la noche a la mañana que lo consigas, pero estas prácticas van a guiarte en el proceso. Aplica cada uno y empezarás a ver las cosas desde otra perspectiva mucho más esperanzadora.
