Empresarios cuestionaron la seguridad jurídica del decreto presidencial que restringe el uso del maíz transgénico en México.
El decreto, emitido el 13 de febrero, con el respaldo de 107 productores de maíces nativos participantes en el programa Producción para el Bienestar (PpB), engloba disposiciones para limitar el maíz transgénico, el uso de glifosato y el proceso de transición agroecológica.
“Hoy el decreto no cumple con el objetivo que es elemental para cualquier instrumento normativo, no solo para el decreto sino para cualquier instrumento que tenga por objeto regular una actividad productiva”, declaró Alejandro Monteagudo Cuevas, presidente ejecutivo de la Unión Nacional de Avicultores.
“El decreto se aleja en brindar la seguridad para la actividad productiva”, agregó en un foro organizado por el Consejo Nacional de la Tortilla (CNT).
Monteagudo sugirió la necesidad de ajustar, modificar o incluso revocar el decreto, al argumentar que ya existen leyes que ofrecen la protección deseada sin interferir en la actividad productiva.
En el foro, investigadores, científicos y empresarios debatieron acerca de la relevancia del maíz para la sociedad mexicana, así como las razones detrás de las restricciones al maíz transgénico que impulsa el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
“El objetivo del foro es que la sociedad y todos los medios de comunicación tengan una expresión muy clara de todos los sectores, como el empresarial. Es una gran oportunidad para escuchar a todos y tener un criterio muy especial”, resaltó Homero López García, presidente del CNT.
El gobierno ha argumentado que la comunidad científica en México reconoció que el uso del herbicida glifosato, causante de cáncer según la OMS, junto con el cultivo de maíz transgénico, podría estar vinculado con el desarrollo de enfermedades renales y cáncer.
Sin embargo, Francisca Acevedo Gasman, consultora independiente en agrobiodiversidad y recursos biológicos, destacó que el impacto potencial del consumo de maíz genéticamente modificado dependerá de la composición genética específica que se haya incorporado.
“El potencial efecto del consumo de maíz genético es caso por caso. Generalizar o decir que va a haber efecto con la tortilla va a depender de cada construcción genética”, añadió.
Por otro lado, Juan Carlos Anaya Castellanos, director general del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas, subrayó que México está rezagado en la producción de maíz.
El empresario señaló que durante este gobierno, a pesar de la implementación de programas de apoyo, la producción no ha experimentado un aumento significativo porque dichos programas son “más asistenciales que productivos”.