Salvador Gonzalez, posible victima de pensiones

La falta de creatividad e imaginación para nivelar las finanzas estatales, así como la ausencia de propuestas de solución para resolver los problemas financieros más urgentes que agobian la administración estatal aparecen como las causas principales que provocaron la remoción de Salvador González Martínez de la secretaría de finanzas y la consecuente llegada de Omar Valadez en su relevo.            

Luego del sorpresivo anuncio del gobernador Ricardo Gallardo Cardona sobre su decisión de efectuar el cambio en tan estratégica posición, de inmediato se desataron las especulaciones sobre los motivos reales que lo originaron entre los que no faltaron quienes apuntaron a la dirección de pensiones del estado y los agudos conflictos financieros que enfrenta como uno de los principales pues se han convertido en un gran dolor de cabeza de la administración gallardista por el colosal adeudo que tiene con la dependencia y peor porque  el saliente nunca pudo aterrizar una reingeniería financiera adecuada para aliviarlo en parte a pesar de que en sus declaraciones a los medios en torno al tema normalmente minimizaba el problema restándole gravedad al lastre que significaba para el manejo financiero en general de las arcas estatales.

Incluso, puede decirse que Gallardo concedió unos meses de gracia a Salvador Gonzáles pue se esperaba su cese o renuncia desde aquel 23 de marzo del año en curso luego de que casi 20 mil maestros realizaron una megamarcha- plantón en la plaza de armas exigiendo el pago de bonos, jubilaciones y otras prestaciones del magisterio que el todavía secretario de finanzas no logró desactivar o negociar para evitar que esa manifestación se convirtiera en la más grande que ha enfrentado el gobierno de RGC problema en el que también estaba involucrada la dirección de pensiones.

Lamentablemente para SGM, de entonces para acá las cosas se fueron agravando en cuanto a los conflictos con el magisterio y el adeudo a pensiones dependencia prácticamente colapsada difícil de sacarla a flote y menos abriendo un hoyo financiero para tapar otro como pretendió hacer lo que terminó con agotar la paciencia gallardista y abrir el paso a su remoción toda vez que a falta de soluciones a problemas de su competencia ya era insostenible en el cargo.

En el pasado, pocos han sido los secretarios de finanzas removidos el segundo año de gobierno en virtud de que normalmente eran colocados en el escaparate público luego de terminar el sexenio cuando empezaban a salir a flote las irregularidades cometidas lo que hasta ahora no es el caso, salvo lo que diga su sucesor o RGC.

Así entonces, Salvador González puede irse con la nada tranquilizadora certeza de que no será extrañado por la administración gallardista y en parte puede descargar para sus adentros lo que le merezca la dirección de pensiones por ser el posible epitafio de su ciclo como secretario de finanzas en SLP lo que no quita que el resto de los funcionarios ponga sus barbas a remojar luego de que con esto Gallardo evidenció que no le temblará la mano para cortar las cabezas de quienes no estén trabajando al ritmo que exige con lo que rinde culto a su advertencia de que en su gobierno no hay indispensables.

CABOS SUELTOS
Ya son constantes los anuncios de que al reactivarse el sistema de transportación ferroviaria pasaría por SLP en las rutas de pasajeros con lo que se aumentarían las opciones turísticas, ojalá y no se cebe.