Realmente no queremos ser personas infelices. Nadie quiere ir por la vida sintiéndose insatisfecho, sin ganas, sin poder disfrutar de las cosas y sin bienestar, momentos de alegría y sin experimentar la felicidad, así que hay que tomar el control sobre eso y buscar eliminar las cosas que son un obstáculo.
La verdad es que la felicidad no es algo genético o de suerte, hay que trabajarla y buscarla en los lugares correctos, y a veces también se requiere de un cambio de actitud, de perspectiva y de hábitos.
La ciencia y la psicología nos dicen que hay pequeños cambios que se pueden realizar para tener más felicidad cada día, y que hay características que identifican a las personas felices y que debemos integrar a nuestras propias vidas, pero también hay que considerar que hay dos lados en toda historia, y así como hay cosas que aumentan la felicidad, hay otras que nos dejan atrapados en un ciclo de infelicidad.
A veces, esas cosas no son externas y pueden tratarse, por ejemplo, de cualidades personales que pueden evitar que veamos el lado positivo o lo bueno de las cosas, o que caigamos en esa creencia de que el pasto siempre es más verde en el patio del vecino. Lo bueno es que esto también se puede corregir fácilmente, pero primero hay que identificar esas cosas que no nos están haciendo bien.
Las personas infelices y 7 características que las definen y hay que evitar
La actitud es siempre negativa
Hay momentos en los que es difícil mantener una actitud positiva, las adversidades, los problemas o incluso las enfermedades pueden hacer que la actitud y la perspectiva se vuelvan más pesimistas, pero es importante saber que la actitud con la que nos enfrentamos a la vida puede cambiar la manera en la que la vivimos, las experiencias y el resultado de muchas cosas.
No hay que caer en un positivismo tóxico o poco realista, pero es importante intentar mantener una actitud positiva, ya que esto ayuda a que podamos enfrentarnos a cada reto de mejor forma.
Se obsesionan con lo que no pueden controlar
No tiene sentido vivir preocupados y estresados por las cosas que no podemos controlar o cambiar, porque esto solo va a aumentar el estrés, la ansiedad y la frustración, y aferrarse a eso es un gran obstáculo para la felicidad y puede detonar muchos otros temas de salud mental.
Tampoco hay que vivir sin una sola preocupación por la vida, pero hay que tener un balance y enfocar la energía y la atención en las cosas que sí podemos hacer y cambiar.
Se comparan con los demás
Las personas infelices siempre están pensando que la vida de los demás es mejor, que serían más felices si tuvieran lo que tienen los demás, que el de al lado es más inteligente, más atractivo o más exitoso, y esto les impide ver y apreciar todas las cosas buenas que tienen.
Esto se puede combatir practicando la gratitud, con lo que se puede cambiar la manera de ver las cosas y reconocer las cosas buenas.
Dejan que sus malas experiencias pasadas afecten sus relaciones presentes
Todos vamos cargando maletas emocionales, marcadas por experiencias pasadas, por las relaciones que tuvimos antes y por los errores que cometimos, pero no se debe permitir que todas estas cosas afecten la manera en la que vivimos el presente y la manera en la que nos relacionamos con los demás, porque pueden ser un freno importante.
Por ejemplo, es como cuando empiezas a desconfiar de tu pareja actual porque en tu relación anterior sufriste una infidelidad, y dejas que eso desate celos, comportamientos obsesivos y muchas otras cosas que hacen que tu relación se vuelva tóxica, cuando todo está en tu mente.
No ponen límites
Poner límites es esencial para protegernos, pero también para evitar cosas como el estrés, el exceso de trabajo, la fatiga y los ambientes tóxicos. Las personas infelices suelen pensar que no pueden decir no y que deben aceptar todo lo que los demás les proponen o piden, cuando no es el caso.
Esto evita que respeten su tiempo, su espacio y su necesidad de descansar o de alejarse de personas tóxicas, y termina aumentando la infelicidad.
No aprovechan su tiempo libre
Algunos expertos dicen que tener un hobby es una de las claves para la felicidad, en especial conforme vamos envejeciendo. Pero hay menos posibilidades de tener uno (o de descansar, de aprender cosas nuevas, de descubrir actividades que se disfruten y de relajar el cuerpo y la mente) si el tiempo libre no se aprovecha bien.
Es importante tener tiempo para uno mismo y para hacer cosas que se disfruten, entendiendo que pasar el fin de semana durmiendo o sacrificar el tiempo descanso no son opciones ideales.
No reconocen sus errores y su responsabilidad
Hay que reconocer los errores para poder aprender de ellos, corregirlos y superarlos, y también para entender que el mundo no está en nuestra contra.
Las personas infelices suelen creer que todos sus problemas son culpa de los demás y por eso tienen menos posibilidades de crecer, de aprender y de reparar, además de que se sienten perseguidas y llegan a pensar que son las víctimas de sus propias historias.