En los últimos cinco años los contratos para acceder a la banca electrónica se incrementaron 413.40%, mientras que el acceso a las sucursales disminuyó 7.65%, de acuerdo con el Índice Citibanamex de Inclusión Financiera.
Juan Luis Ordaz, director de Educación Financiera Citibanamex, explicó que después de la crisis sanitaria por covid-19 se ha consolidado el uso de la banca electrónica debido a su simplicidad, seguridad y la posibilidad de tenerla al alcance de la mano.
La banca móvil puede ser una vía de acceso y un catalizador importante en el crecimiento de la inclusión financiera, si bien el propósito inicial de este tipo de cuentas fue facilitar las transferencias de recursos, en la práctica su funcionalidad ha trascendido más allá, pues ayudan a consolidar transacciones como el ahorro y a hacer un uso más eficiente de los créditos”.
Respecto, a la disminución que han registrado las visitas de los clientes a las sucursales, el presidente de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), Óscar Rosado, aseguró que éstas nunca desaparecerán.
Lo único que sucederá es que las sucursales seguirán transformándose, ya no serán receptores de pagos de servicios o de depósitos, sino que se convertirán en centros financieros de servicio”.
La investigación para medir el nivel de penetración que tienen los productos y servicios financieros que ofrece la banca comercial muestra que el grado de inclusión financiera de las entidades federativas está altamente correlacionado con algunos indicadores económicos: a mayor grado de PIB per cápita mayor nivel de inclusión financiera.
Así en 2022, 126 municipios clasificados como de inclusión financiera muy alta, 5.1% del total, concentraban el 39.8% del PIB nacional; en contraste, los mil 142 municipios clasificados con un nivel muy bajo de inclusión financiera, 46.3% del total, sólo representaban 4.1% del PIB.
De acuerdo con el Índice, al igual que en el año previo, cuatro entidades fueron consideradas como de muy alta inclusión financiera. En primer lugar, se coloca la Ciudad de México, seguida por Baja California Sur, Nuevo León y Quintana Roo.
Entre las entidades federativas con inclusión financiera muy baja se encuentran Puebla, Guerrero, Zacatecas, Oaxaca y Chiapas, que, además se caracterizan por observar bajos niveles de desarrollo económico.
En ellas, con excepción de Créditos Totales en Guerrero, todos los indicadores de inclusión financiera por cada 10 mil habitantes se colocan por debajo de la media nacional.
Entre las métricas que muestran más rezago destacan las Transacciones en TPV (Terminales Punto de Venta) donde el promedio de los estados con inclusión financiera muy baja equivale a 24% de lo reportado por el promedio nacional. En Chiapas y Oaxaca, por ejemplo, es de apenas 16% y 17%, respectivamente.
Es decir, mientras que en el país hubo 26 mil 87 transacciones en TPV en 2022, en Oaxaca apenas se registraron 4 mil 298 y 4 mil 563 en Chiapas”.