El 9 de noviembre de 1859 murió en la ciudad de San Luis Potosí, Juan de Dios Azíos Ramírez, más conocido como Juan del Jarro.
Era un pordiosero cuya humildad y buena disposición para ayudar a los más desprotegidos le ganó el aprecio de miles de habitantes en la ciudad de San Luis Potosí.
El sobrenombre de Juan del Jarro se lo pusieron porque siempre llevaba con él un pequeño jarro de terracota que utilizaba para resguardar las ganancias de sus limosnas que posteriormente distribuía entre la gente necesitada, principalmente ancianos y otros en su misma situación.
Cuenta la leyenda que Juan del Jarro vivía en un horno abandonado, en el barrio del Montecillo, en cuyo cementerio fue depositado en aquel tiempo, aunque tiempo después, cuando se abrió el Panteón Municipal del Saucito, sus restos fueron trasladados por la familia Teisser, que los depositaron en su cripta familiar.
Los testimonios escritos que se han encontrado, en los que se hace referencia a este personaje, lo describían como un hombre bajo de estatura, moreno, gordo, de nariz achatada y cojo del pie izquierdo, que vestía chaqueta sin camisa y pantalones gastados.
Como parte de su indumentaria llevaba un jarro donde guardaba los mendrugos que le daba la gente, un morral y un sombrero de copa.
Hasta donde se sabe, odiaba el baño con la misma vehemencia con la que despreciaba la acumulación de las riquezas.
Fotos: El Arcón de los Abuelos