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Los efectos dañinos de teñirse el cabello que nunca te han contado

Yahoo//Adriana Terán | 12/11/2023 | 12:00

Para 2019, más de 64 millones de personas usaron productos para teñirse el cabello; y en 2021 el 75% de las mujeres en Estados Unidos se teñían el cabello, según el portal All Things Hair. Para este año, de acuerdo con Statista, el mercado de la coloración capilar superará los 40 mil millones de dólares.

Sin duda, teñirse el cabello es una de las prácticas estéticas más comunes en el mundo. Se hace en el salón de belleza, en casa, con productos naturales o con los de avanzada tecnología, pero como siempre decimos, que un producto o práctica sea común o natural, no quiere decir que sea inocuo, y si no se toman en cuenta algunos detalles fundamentales, pintarse el pelo puede generar algunos problemas a nuestro cabello y cuero cabelludo.

“Hay que tener claro que el tinte es aporte de pigmentos y la decoloración es extracción de pigmentos, con lo cual la segunda suele ser la técnica que más fragilidad causa al cabello. Por otra parte, hay que decir que los tintes por lo general no dañan el cabello, pero sí pueden resecarlo y afectar el cuero cabelludo sobre todo si tienen amoníaco”, dice Dana Yegres, experta en cuidado capilar.

El amoníaco en el tinte tiene la función de vulnerar la cutícula del cabello, lo cual permite que el color penetre en la fibra capilar y altere el color de la corteza. De manera que los tintes con amoníaco se supone que tienen la ventaja de permanecer más tiempo. Sin embargo, la industria cosmética ha avanzado mucho para que estos productos sean menos agresivos y manejables en casa.

Yegres especifica que una vez que tratamos el cabello con decoloración o con tintes con amoníaco este cambia y amerita más cuidados que un cabello virgen. “Este cuidado no debe ser con productos de anaquel, sino preferiblemente con productos de alta tecnología que de verdad aporten nutrientes para la cutícula o la corteza, según el caso y las necesidades de cada quien”.

Hay que tener en cuenta que la fibra capilar es 80% agua y el resto son lípidos y queratina. Entonces dependiendo de la pérdida que tenga, sea de agua, grasas o queratina, amerita cuidados diferentes. Por ejemplo, el cabello rizado, que por lo general tiene menos lípidos, al ser procesado químicamente con tintes y decoloración, se altera su cutícula, se hace porosa y se muestra con frizz con lo cual hay que aplicar productos oleosos que ayuden a mantenerlo hidratado, como los sueros con chebe o argan. Igual ocurre con el cabello canoso, que se torna rebelde y áspero. Al ser teñido necesita más tratamientos que lo cuiden y suavicen que cuando tenía color.