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Riga y el origen del árbol de Navidad

La Vanguardia | 09/11/2023 | 19:36

¿Cómo nació la tradición del árbol de Navidad? Igual que en muchas otras costumbres o leyendas, los orígenes varían dependiendo de quién explica la historia. Pero una de las que más aceptación tiene es que la tradición de escoger un gran árbol y decorarlo en el sitio más bonito de la casa surgió en la ciudad de Riga.
 
La capital de Letonia cuenta con un casco antiguo digno de los mejores cuentos de hadas. El visitante camina entre callejuelas empedradas, iglesias con torres puntiagudas, fachadas monumentales y tejados inclinados.
 
A mediados del siglo XIX, Riga era uno de los mayores puertos del mundo y la tercera urbe rusa tras Moscú y San Petersburgo
Riga, que nació alemana en 1201, creció como cruce comercial entre el norte y el bloque ruso y Occidente, como parte de la Liga Hanseática. Formó parte posteriormente del imperio sueco y del imperio ruso. A mediados del siglo XIX, Riga era uno de los puertos más grandes del mundo y la tercera ciudad de Rusia, después de Moscú y San Petersburgo. Al otro lado del río Daugava, creció la ciudad nueva, sobre todo después de la independencia del imperio ruso el 1918. Pero la parte antigua, que acoge la ciudad medieval, se mantuvo intacta hasta que en la Segunda Guerra Mundial se bombardearon muchos de sus monumentos, que, posteriormente, fueron reconstruidos.
 
El árbol de Navidad de los mercaderes
 
El corazón del casco antiguo está en la peculiar plaza de Ratslaukums, del Ayuntamiento. Un recinto con forma irregular presidida por el edificio más espectacular: la casa de los Cabezas Negras y lugar de nacimiento –dice la leyenda- del árbol de Navidad.
 
Este edificio era el club que acogía a los llamados “cabezas negras”, la hermandad que amparaba a los capitanes y comerciantes hanseáticos. Allí se reunían los mercaderes alemanes solteros de la ciudad para charlar y celebrar todo tipo de fiestas. Se cuenta que, en la fría noche de Navidad de 1510, el grupo de solteros que había bebido más de la cuenta cargó un gran abeto para colocarlo en medio de la plaza y decorarlo con flores. Al final de la velada lo quemaron, formando una gigantesca hoguera.
 
Desde entonces, la decoración del árbol de Navidad se extendió por todo el planeta, aunque, por suerte, el siguiente paso, el de incendiarlo, no tuvo tanto éxito. Hay muchas otras leyendas que explican esta tradición, pero, esta, quizá por estar ligada a la juerga alcohólica, ha tenido una larga aceptación hasta el día de hoy.
 
Edificios medievales
 
El edificio de los Cabezas Negras, construido en el más puro estilo gótico flamenco en 1344, fue bombardeado en 1944 y posteriormente demolido por los soviéticos. Pero los planos sobrevivieron y el edificio se reconstruyó y se acabó en el 2001, con motivo de la celebración de los 800 años de la ciudad.
 
La Nochebuena de 1510, un grupo que había bebido más de la cuenta colocó un abeto en medio de la plaza y lo decoró con flores
El peculiar nombre de la hermandad y, en consecuencia, del edificio, es un símbolo más del pasado colonialista en el que se sostuvo el crecimiento económico europeo. En la fachada principal, en el interior y en el escudo de armas, destacan las figuras de blakmoors, personas negras ataviadas ricamente al “estilo moro”, como se denominaba en la época un estilo decorativo muy popular. En la visita turística, se explica que estas personas eran sirvientes que vivían aquí y vigilaban las colecciones de plata. Aunque también argumentan que el color negro hacía referencia a un vino de arándanos con el que los mercaderes agasajaban a sus visitas.
 
El edificio medieval del Ayuntamiento -también reconstruido- se sitúa justo enfrente de la casa de los Cabezas Negras y en medio se levanta la estatua del patrón de la ciudad, san Roland. La casa Mentzendorff, la sede del gremio medieval de los vidrieros alemanes, es la otra joya de esta plaza, con una fachada repleta de intrincadas ventanas decoradas.
 
Románico, gótico y agujas
 
La iglesia gótica de San Pedro es uno de los monumentos destacados de la ciudad. Situada muy cerca de la plaza Ratslaukums, es uno de los edificios más antiguos y se calcula que tiene alrededor de 800 años. La aguja de su campanario es uno de los símbolos de la silueta de la capital letona y un ascensor lleva al visitante hasta una plataforma a más de 70 metros de altura, desde donde se puede disfrutar de una magnífica vista de Riga.
 
San Juan es otra iglesia destacada; una amalgama entre el gótico y el barroco, y que fue mencionada por primera vez cuando los vecinos instalaron en su tejado unas catapultas para dispersar a los atacantes de la localidad. La catedral, uno de los templos más imponentes de la ciudad, es otro ejemplo del paso del románico al gótico, con numerosos símbolos de la arquitectura hanseática y un órgano que, en el momento de su construcción, en el siglo XIX, era el más grande del mundo.
 
Tras su restauración, el castillo se ha convertido en la residencia oficial del presidente del país 
Los restos del castillo, levantado en 1330 como fortaleza por los hermanos de la Espada, similares a los templarios, se encuentran al lado del río. Después de una gran restauración, se ha convertido en la residencia oficial del presidente de Letonia.
 
Art nouveau y arándanos
 
Además de la ciudad medieval, Riga ofrece también uno de los barrios más densamente poblados de arquitectura art nouveau, la hermana del modernismo en la Europa central y oriental. Merece la pena pasear por el barrio central de Riga para admirar las fachadas y su rica historia de artes decorativas.
 
La iglesia gótica de San Pedro es uno de los monumentos destacados de la ciudad. Situada muy cerca de la plaza Ratslaukums, es uno de los edificios más antiguos y se calcula que tiene alrededor de 800 años. La aguja de su campanario es uno de los símbolos de la silueta de la capital letona y un ascensor lleva al visitante hasta una plataforma a más de 70 metros de altura, desde donde se puede disfrutar de una magnífica vista de Riga.
 
San Juan es otra iglesia destacada; una amalgama entre el gótico y el barroco, y que fue mencionada por primera vez cuando los vecinos instalaron en su tejado unas catapultas para dispersar a los atacantes de la localidad. La catedral, uno de los templos más imponentes de la ciudad, es otro ejemplo del paso del románico al gótico, con numerosos símbolos de la arquitectura hanseática y un órgano que, en el momento de su construcción, en el siglo XIX, era el más grande del mundo.
 
Tras su restauración, el castillo se ha convertido en la residencia oficial del presidente del país 
Los restos del castillo, levantado en 1330 como fortaleza por los hermanos de la Espada, similares a los templarios, se encuentran al lado del río. Después de una gran restauración, se ha convertido en la residencia oficial del presidente de Letonia.
 
Art nouveau y arándanos
 
Además de la ciudad medieval, Riga ofrece también uno de los barrios más densamente poblados de arquitectura art nouveau, la hermana del modernismo en la Europa central y oriental. Merece la pena pasear por el barrio central de Riga para admirar las fachadas y su rica historia de artes decorativas.