Son pequeñas esculturas de oro de 18 quilates. Rodeando tus dedos se convierten en anillos preciosos cuya imagen acaricia tu vista por la inusual armonía de líneas.
El oro cobra vida y se moldea en una dinámica en la cual el volumen estalla. La sensación de querer tocar la pieza es impostergable. Lucirla entre los dedos con cualquier outfit, del día a la noche es una celebración exquisita al buen gusto, incluso a la sofisticación.
Dejar que tus manos hablen, y digan de ti con un destello de "Bulgari Cabochon" es la respuesta a la búsqueda del placer estético, comenta la marca fabricante de joyas, caracterizada por replicar las técnicas más antiguas para la elaboración de joyería contemporánea.
Los cortes curvados de esta joya, revelan una nota de flexibilidad del metal precioso, logrado por la mano artesana italiana con siglos de quehacer artístico.
Al interior de la pieza, y buscando la similitud con una gema preciosa, encontrarás un acento de luz. Discreto homenaje a las joyas más codiciadas del Imperio Romano, señaló la marca en la presentación de su nueva colección de joyas integrada por dos anillos en oro rosa y amarillo, además de un collar cuyas características descritas asoman al escote.
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