Un suceso estremecedor ha conmovido a la comunidad de Jataí, en la región suroeste de Goiás, Brasil, tras el asesinato de una joven mujer a manos de su novio. La tragedia, que tuvo lugar el pasado sábado 4 de noviembre a las 10 de la noche, fue descubierta de una manera inusual y desgarradora.
Ielly Gabriele Alves, de 23 años, perdió la vida después de recibir un disparo en el pecho. El autor del disparo, su novio Diego Fonseca Borges, de 27 años, fue detenido bajo sospecha de homicidio calificado. Lo que torna este caso particularmente escalofriante es que Alves logró filmar los momentos previos a su muerte, capturando en video a Borges sosteniendo el arma y efectuando el disparo fatal.
La Policía Militar informó que fue llamada al Hospital das Clínicas, donde Alves fue ingresada con la herida mortal en su pecho. A su llegada, la mujer ya había fallecido. Inicialmente, Borges alegó que la pareja fue atacada por dos hombres en una motocicleta, quienes dispararon contra Alves. No obstante, su relato presentó inconsistencias que llevaron a las autoridades a detenerlo para investigaciones.
Frente al hospital, cerca del vehículo de Borges, la policía halló un cargador de pistola calibre .380, aunque el arma del crimen no fue encontrada en ese momento. El giro decisivo en la investigación ocurrió al descubrirse el mencionado video en el teléfono de la víctima, grabado en una plantación de soja cerca del Asentamiento Guadalupe. En él, se ve a Borges disparando y a Alves cayendo al suelo.
El historial delictivo de Diego Fonseca Borges incluye amenazas y alteración del orden público. Ahora enfrenta cargos de homicidio calificado, con agravantes como traición y emboscada, que impiden o dificultan la defensa de la víctima.
Este brutal acto, ha dejado al descubierto la violencia oculta en relaciones que deberían estar basadas en la confianza y el amor. El caso sigue bajo investigación, mientras Borges permanece detenido, a la espera de juicio por el asesinato de Alves.
