San Luis Potosí, SLP.- En una de las celebraciones más queridas de México, el Día de Muertos, el pan de muerto es una pieza fundamental en la ofrenda que durante el 1 y 2 de noviembre se coloca en honor a los seres queridos que se han adelantado.
Las ofrendas de muertos tienen su origen en las culturas prehispánicas, que consistían en panes hechos a base de amaranto o maíz seco y tostado, considerado un alimento especial.
Con el paso del tiempo la ofrenta del pan se fue transformando hasta llegar al pan tradicional que hoy en día conocemos como el Pan de Muerto.
Este pan hecho a base de mantequilla, harina, azúcar, levadura, huevos, sal, rayadura de naranja, y la razón de su sabor característico, agua de azar, en constante evolución ha sido experimental y voluble a combinaciones como el pan relleno de chocolate o de crema pastelera e incluso ha transformado su color.
El chef repostero José Luis Cárdenas de Xanath Repostería, buscando innovar, creó un pan de muerto hecho con un ingrediente especial, el camote de puebla que lo pinta de morado y lo hace un poco dulce, bañado en ceniza de maíz o totomoxtle.
Manteniendo su sabor original, el pan está conformado con cada componente de la pieza que lleva su propio significado, es decir, la forma circular del pan representa el plano terrenal en el que nos encontramos, los huesitos representan, los huesitos del muertito que estamos llamando a que nos visite y el círculo del centro significa el salto del plano terrenal al ascenso que tuvo el alma de la persona al dejar el cuerpo físico.
Así el pan se pinta de luto con los colores morado y negro y le da un toque especial a la ofrenda.
"Este pan especial, está hecho con la intención de honrar a los muertos y de saciar un gusto a los vivos, la combinación de sabores y los colores llevan a vivir el día de muertos con el respeto que éste merece", agregó Jose Luis.
Este pan en especial se ha convertido en el favorito de los clientes de @xanath.postres quien a través de sus redes sociales levanta sus pedidos.
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