Rinoplastia ¿Qué es?
La rinoplastia es una cirugía que permite aumentar o disminuir el tamaño de la nariz, durante este procedimiento se puede cambiar su forma y solucionar problemas de obstrucción del aire. La nariz está compuesta en la parte superior por hueso y la parte inferior cartílago. Con una rinoplastia se puede modificar la piel, el hueso y el cartílago para generar la apariencia deseada. Con esta cirugía se busca mejorar la armonía facial del paciente de tal forma que la nariz luzca lo más natural posible.
El cirujano plástico toma en cuenta una serie de características faciales, el tipo de piel de la nariz y aquello que el paciente desea cambiar para evaluar cuáles cambios pueden ser lo más adecuados.
¿Por qué realizar una rinoplastia?
Existen distintas razones por las que una persona puede optar por realizar una rinoplastia:
Corregir un defecto o lesión congénita.
Disminuir el tamaño de la nariz.
Ayudar a aliviar problemas nasales.
Reducir la abertura de las fosas nasales.
Cambiar la punta de la nariz.
Enderezar o cambiar la forma del puente nasal.
El propósito de una rinoplastia generalmente es mejorar su estética en uno o varios puntos de la nariz. Los expertos recomiendan la rinoplastia estética luego que el hueso de la nariz ha terminado de crecer por completo, eso sucede en las mujeres luego de los 15 años y en los hombres luego de los 17.
Conoce los riesgos de la rinoplastia
¿La rinoplastia es riesgosa?
Como en toda cirugía, existen ciertos riesgos a los que el paciente puede exponerse como:
Sangrado.
Reacción adversa a la anestesia.
Infección.
Luego de la cirugía pueden aparecer otros riesgos como:
Deformidades en el contorno de la nariz.
Pérdida del soporte de la nariz.
Una disminución de la respiración por medio de la nariz.
En algunos casos al no tener todos los resultados deseados es posible que el paciente sienta la necesidad de realizar otra cirugía a futuro. Es fundamental antes del procedimiento hablar con el cirujano para conocer cuáles son los riesgos que pueden afectar.
Preparación antes de la rinoplastia
Antes de planificar la rinoplastia el médico analizará diversos factores para identificar si este procedimiento es viable para el paciente. Durante una cita médica abarca:
Historia clínica: preguntará la razón por la que el paciente busca la cirugía, si ha sufrido de obstrucciones nasales, cirugías y medicamentos que toma. El cirujano plástico preguntará por los antecedentes por obstrucciones que ha tenido o problemas de coagulación en la sangre.
Exploración: el especialista hará un examen físico completo y enviará una serie de exámenes de laboratorio para conocer la salud del paciente. Esta evaluación permite al médico determinar los cambios que debe realizar, cómo pueden cambiar las características físicas del paciente y el impacto en su respiración.
Fotografías: En el consultorio al paciente se le tomarán varias fotografías de la nariz desde distintos ángulos, el médico por medio de un programa computarizado puede manipular la nariz y mostrar distintos resultados del antes y después del procedimiento. Esto le da una idea al paciente de los resultados que puede conseguir.
Manejo de expectativas: El paciente debe hablar con total transparencia sobre sus objetivos al momento de realizar la cirugía de rinoplastia para que el médico pueda indicarle lo que puede y no lograr en la cirugía. En algunos casos el médico puede recomendar algunos procedimientos adicionales como cirugía de mentón para aumentar su tamaño y brindar una sensación de nariz más pequeña.
¿Cómo se ve la nariz luego de cirugía plástica?
Durante la cirugía plástica de nariz
La cirugía plástica de nariz requiere de anestesia local con sedación o anestesia general, todo dependerá del nivel de complejidad de la cirugía. Durante la rinoplastia el médico puede optar por realizarla a través de un pequeño corte externo en la base de la nariz, entre los orificios nasales. Utilizará esta abertura para ajustar internamente el hueso y el cartílago según la cantidad que deba agregarse o eliminarse.
Si los cambios de la cirugía son pequeños el médico puede usar parte del cartílago extraído de una parte más profunda de la nariz o incluso de la oreja. Cuando ya se realizan cambios mayores, el cirujano opta por cartílago de una costilla, implantes o hueso extraído de otra parte del cuerpo del paciente.
Al terminar de realizar estos cambios el cirujano coloca el tejido y la piel de la nariz y sutura. Luego de la cirugía el paciente pasa a la sala de recuperación en donde será monitoreado hasta que despierte. Normalmente la cirugía es un procedimiento ambulatorio, pero sí existen algunos problemas de salud, podría pasar la noche en el centro de salud.
Operación de nariz por salud
Existen otros procedimientos de salud que los cirujanos pueden utilizar para mejorar la capacidad de respiración del paciente, los principales son la septoplastia y la cirugía para cornetes.
Septoplastia para tabique desviado
Cuando una persona tiene problemas de tabique desviado el cirujano plástico puede recomendar una septoplastia. Este es un procedimiento quirúrgico para enderezar el hueso y el cartílago del tabique.
Cuando una persona sufre de tabique desviado tiene dificultad para respirar por la nariz y tiene mayor riesgo de sufrir infecciones causadas por un drenaje deficiente. Durante la septoplastia el tabique se reposiciona hasta la mitad de la nariz, lo que puede requerir un corte para extraer partes del tabique para volver a introducirlas en la posición adecuada.
Preparación previa a la septoplastia
Antes de programar la cirugía para reparar el tabique desviado el médico deberá realizar:
Historia clínica: El médico preguntará sobre las afecciones que ha tenido el paciente e indaga sobre los medicamentos o suplementos que consume actualmente.
Exploración física: Evaluar la condición física y cualquier prueba que considere relevante para conocer la salud del paciente. También buscará inspeccionar la piel interna y externa de la nariz.
Tomar fotografías: Dentro del consultorio el médico tomará fotografías de la nariz del paciente desde distintos ángulos. Esto permitirá tenerlas como referencia al momento de hablar sobre la cirugía.
Conversar sobre las expectativas: El cirujano hablará con el paciente sobre las expectativas que tiene sobre la cirugía y aclarar las dudas que tenga sobre los beneficios que puede brindar o no la septoplastia.
Cirugía para cornetes inflamados
Cuando una persona sufre de cornetes inflamados su médico puede recomendar una cirugía de cornetes. Esta es realizada con el objetivo de mejorar la respiración nasal del paciente.
Los cornetes son una estructura carnosa que se encuentra ubicada en el interior de las fosas nasales, en los laterales de la nariz. En condiciones normales los cornetes ayudan a limpiar y humidificar el aire que se respira, pero cuando tienen un tamaño mayor al normal, ocasionan una dificultad para respirar ya que obstruye la entrada de aire.
La reducción de cornetes consiste en extirpar los cornetes en una o ambas fosas nasales con ayuda de un instrumental quirúrgico. La cirugía se centra en remover poco a poco la cantidad de cornetes que ocasionan la obstrucción. La técnica más común para realizar la cirugía es por medio de la radiofrecuencia, en donde se aplica esta energía sobre el cornete provocando necrosis en los adenoides a una baja temperatura. Este tejido sufre una reacción inflamatoria secundaria al procedimiento y luego entra a una fase de retracción en donde se consigue finalmente mejorar la respiración nasal.
Preparación previa a la cirugía de cornetes
Antes del procedimiento el paciente debe comunicar si está o sospecha de embarazo. Debe indicar también si se encuentra consumiendo medicamentos o suplementos y seguir las indicaciones del médico. Unos días antes de la operación el cirujano puede recomendar al paciente que deje de consumir ibuprofeno, ácido acetilsalicílico (aspirina) u otros medicamentos que dificulten la coagulación de la sangre.
Para la cirugía el médico le indicará al paciente hasta que hora puede comer o beber un día antes de la cirugía y también le indicará los medicamentos que tiene autorizados consumir con un pequeño sorbo de agua.