Domingo 22 de Diciembre de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.

Breve homenaje a Don Teófilo Torres Corzo

Alfonso Del Real López | 25/10/2023 | 00:44

CONOCÍ A DON TEÓFILO TORRES Corzo en el Senado de la República. Un caballero de la política. Ha trascendido de este mundo terrenal y en su memoria, decidí hacer un alto a estas colaboraciones técnicas de Gobierno y Asuntos Públicos para compartirle a Usted, lector potosino, la huella que puede dejar en los demás una persona que amaba a su tierra como él la amaba.

EN EL AÑO 2012 ME INCORPORÉ al equipo de trabajo del Senador Braulio Manuel Fernández Aguirre, oriundo de La Laguna, Torreón, Coahuila. Don Braulio, al momento de ser electo, tenía quizás setenta años. Esa situación generacional lo colocaba en una condición “ideal” para ser Senador, por una razón muy sencilla: era un hombre “mayor” que aconsejaba.

MIRE USTED, ESTIMADO LECTOR de Plano Informativo. En la red usted puede encontrar una idea del concepto de Senador: “El de ‘senador’ es un antiquísimo cargo público por el cual se nombraba a un hombre sabio y de mayor edad de la comunidad, ciudad o Estado, que tenía como cometido el aconsejar a los miembros del gobierno (magistrados, emperadores, cónsules…) y que hoy en día hace referencia al representante político de la Cámara Alta.” (https://blogs.20minutos.es/yaestaellistoquetodolosabe/tag/senador/). Y he aquí la parte medular de lo que le quiero compartir con relación a Don Teófilo.

DON BRAULIO FERNÁNDEZ Aguirre y Don Teófilo Torres Corzo eran senadores de primera minoría, es decir, habían encabezado sus fórmulas al Senado representando al Partido Revolucionario Institucional y dado que habían obtenido una determinada condición en la votación de la elección federal, habían accedido al cargo, pero no tenían compañía de fórmula. Así pues, Don Braulio (setenta años) y Don Teófilo (quizás sesenta y seis), hicieron una cierta mancuerna en las reuniones “previas” del grupo parlamentario del PRI ante la ausencia de un coterráneo. Esas “previas” no eran otra cosa más que la “asamblea” matutina los días de sesión para ver los temas que se desahogarían y otras cuestiones políticas que se presentaban. Escucharlos platicar respecto de su opinión de algún tema, anécdota de vida o negocios, experiencia política y demás, eran verdaderas clases de ciencia política.

LA MANERA EN QUE AMBOS senadores conversaban era magnánima; imagínese un pequeño círculo en el que personalidades como ellos y Don Armando Neyra del Estado de México, Manuel Cavazos Lerma de Tamaulipas, Miguel Ángel Chico Gómez de Guanajuato, Isaías González Cuevas de Baja California Sur, René Juárez (qepd) de Guerrero, Patricio Martínez de Chihuahua, Miguel Romo Medina de Aguascalientes y hasta un joven José Francisco Yunes Zorrilla de Veracruz, compartían bromas, comentaban dictámenes, disertaban de política y gobierno… ¡uff! Créame, uno aprendía solamente de escuchar. Entonces, la palabra “senador” tomaba sentido en la etimología, porque eran personas que, independientemente del factor edad, tenían mucha experiencia y capacidad política y sus palabras llegaban a ser verdaderos consejos para las personas afines a lo público.

EN AQUÉL ENTONCES, EL SENADOR Emilio Gamboa era el coordinador del grupo parlamentario y también el presidente de la Junta de Coordinación Política; era invariable que, cuando se iba a discutir determinado asunto o había un debate serio en tribuna, las y los senadores afines a los temas en deliberación se acercaran al coordinador, intercambiaran apreciaciones y actuaran en la discusión. Todo mundo desfilaba de una u otra forma entre los escaños cercanos al coordinador y a los vicecoordinadores para alguna clase de acuerdo; y no creo que hubiera tema relacionado a las comisiones de Relaciones Exteriores Asia-Pacífico, Relaciones Exteriores Europa o Fomento Económico en las que Don Teófilo no fuera requerido para consulta, análisis o decisión, más por la forma en que conducía la comisión relacionada con Asia. Fueron buenos tiempos.

DON TEÓFILO, DESDE MI perspectiva, era uno de esos alfiles que no incendiaban la tribuna, pero operaban en los pasillos, en las comisiones; con un tono parsimonioso en el habla, educado, pausado y analítico, el exgobernador potosino envolvía en la conversación y con su presencia -siempre me referí a él como un “dandy” en el Senado, pues tenía un gusto muy propio y elegante en su vestimenta, con una característica única en combinación de corbata y pañuelo- acaparaba atención y sus disertaciones causaban expectativa.

EN UNA LEGISLATURA DOMINADA por el Partido Revolucionario Institucional, donde confluían exsecretarios de estado, exlegisladores, exgobernadores, expresidentes municipales y exfuncionarios partidistas, la personalidad, capacidad, entendimiento, sagacidad y disciplina política de Don Teófilo abonaban a que existiera una idea de un grupo parlamentario experimentado en una legislatura senatorial de nivel.

NO TENÍA MUCHO TIEMPO DE haber llegado a San Luis Potosí que gracias a los buenos oficios de Anita Martín tuve acercamiento con la señora Carmenchu Torres; ese mismo día que la conocí, fui invitado a la casa de Don Teófilo porque él quería saludarme. Le presenté mis respetos y en compañía de algunas personas, platicamos respecto de mi paso por el Senado y de cómo lo recordaba a él y a Don Braulio, entre otras cosas. Debo decir que aquella conversación me remontó a una muy buena época de mi vida. Él, con su cigarrillo, me compartió algunas apreciaciones y al final de nuestro encuentro convocó a su equipo de trabajo para ponerlo a mis consideraciones; eso fue gesto político de la vieja escuela, de calidad, algo que tanta falta hace hoy en día en nuestro país.
YA SOLAMENTE LO SALUDÉ EN EL primer informe del gobernador Ricardo Gallardo; después, hablamos un par de veces por teléfono. Ya no hubo oportunidad de coincidir. Me quedo con sus expresiones sobre su estado, su visión del por qué y el para qué de la buena política. Tengo muy presentes sus palabras respecto de la elección de 2021, que marcó un giro impresionante para las y los potosinos. Insisto, conversaciones como la de ese tema eran verdaderas lecciones de ciencia política.

DESDE AQUÍ, MIS RESPETOS A SU legado; mis condolencias a toda su familia y al pueblo potosino. Descanse en paz Don Teófilo Torres Corzo.

alfonsodelrealzac@outlook.com