Poder absoluto

Desde el primer día de su gestión en su toma de protesta, el Presidente López Obrador mostró una “mala relación” con el Poder Judicial Federal, incluso no se dignó ni siquiera a saludarlos ese día, siendo este el primer frente que abrió en su paso por la Presidencia de México.

El discurso de acabar con los privilegios y excesos en los funcionarios del Poder Judicial Federal, era la línea que desde su campaña traería varios capítulos de acciones a partir del día uno.

Pasadas las semanas se amagó al Magistrado Eduardo Medina Mora, titular de la ex PGR en tiempos de Felipe Calderón (vía los instrumentos que tiene a la mano el Estado) para que renunciara a su cargo de ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, situación que se dio el 8 de octubre de 2019 que el Senado de la República aprobó con 111 votos a favor, 3 en contra y 5 abstenciones, para dejar una vacante en la SCJN.

Esta vacante se cubrió con gente afín al Presidente, para posteriormente llegar el momento de la elección de las y los magistrados que concluían su encargo.

Después llegó el escándalo de la Magistrada Yasmín Esquivel Mossa, quien habría plagiado su tesis de titulación, causó incomodidad a la SCJN desde su llegada el 12 de marzo de 2019.

Un dato más fue el intento de alargar la presencia del ministro Arturo Zaldívar, quien declinó a continuar “ilegalmente” después del 31 de diciembre de 2022 que concluyó su encargo, situación que ya se “cocinaba” en Palacio Nacional.

Todos estos espacios fueron cubiertos con gente cercana a Morena, hasta la llegada de Norma Lucia Piña Hernández actual Presidenta, quien tiene grandes retos por delante desde el 2 de enero de 2023 que llegó a su cargo, primera mujer en ocupar la Presidencia de la SCJN.

El camino siguió y en varias ocasiones el Poder Judicial Federal se atravesó a las “ocurrencias” presidenciales, como el caso de La Ley Zaldívar que pretendía amplia en mandato de este Magistrado Presidente, la Ley de Salarios que pretendía que ningún funcionario ganara más que el presidente, La Ley Eléctrica que daba una ventaja indebida a la CFE, más recientemente la negación de clasificar sus obras prioritarias como de seguridad nacional, el revés de traspasar la Guardia Nacional a Sedena y el de el “Plan B” de la reforma electoral por existir claras violaciones al proceso legislativo.

A inicio del año 2023 camina la propuesta de la elección de los miembros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por medio del voto popular de los ciudadanos.

Pero hace un par de semanas la relación de la Presidencia con la SCJN hizo crisis, con la cancelación de los fideicomisos usados por el Poder Judicial, con el fin de ahorcarlo de manera financiera, con una muestra burda y después agresiva de tratar de presionar y desprestigiar al Poder Judicial de la Federación.

Esta acción de acoso y represión financiera, hizo que miles de ciudadanos salieran este pasado domingo a manifestarse de manera pacífica pero exigente, para defender al Poder Judicial de la Federación del Poder Ejecutivo.

La relación de estos poderes se fragmenta al final del mandato de López Obrador, no sabemos si porque su tiempo termina o si la paciencia es la que concluye.

Después de varios reveses, con el fin de tener un control sobre el Poder Judicial, Poder que es trascendental para los mexicanos, pues ellos son los guadianes de la Constitución, precisamente para evitar los excesos de los otros poderes, el Ejecutivo y el Legislativo.

Que lamentable ver estos episodios que transgreden la división de poderes en México, que claramente lastima nuestra democracia.

No dudamos que es muy importante y urgente eliminar los excesos y privilegios en el Poder Judicial Federal, pero con este contexto,

¿Serán estas las formas?

Hagamos juntos la Diferencia

Jorge Armendáriz Gallardo

jorgeearmendariz@gmail.com