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Conoce todos los tipos de arquitectura que hay

AD | 20/10/2023 | 16:29

Los tipos de arquitectura son definidos gracias a sus cualidades históricas y de uso. A lo largo de los años, la arquitectura ha ejemplificado los sucesos más importantes del hombre y, por lo tanto, testifica las características del pensamiento de cada época; sin la arquitectura, no existirían referencias físicas de la temporalidad del humano. Por eso, hoy se puede estudiar a la arquitectura de acuerdo a sus estilismos, una consecuencia de las tendencias históricas, y por la utilidad de la misma, pues dejó de ser escultórica y pasó a ser habitable en sus diferentes necesidades.
 
La sociedad ha logrado impregnar su esencia en los distintos edificios que ha erigido, desde la época prehistórica hasta la contemporánea, y gracias a ellos, recorremos los tipos de arquitectura que todo amante del diseño debe conocer.
 
¿Qué es la arquitectura?
Antes de adentrarse en los tipos de arquitectura, es necesario esbozar el significado de la misma. Si se estudia por su etimología, la palabra arquitectura significa “constructor jefe”, del latín architect?ra, que a su vez deriva del griego architéct?n. Así, se puede deducir que la arquitectura es la acción de construir, pero, ¿lo construido es suficiente para ser definido como arquitectura? El mismo Marco Vitruvio dijo que la arquitectura debe ser funcional, firme y bella. La belleza es el común denominador con el teórico inglés John Ruskin, quien en su tratado Las siete lámparas de la arquitectura, estableció que ésta debe adherirse a la belleza, a la verdad, al sacrificio, al poder, a la vida, a la obediencia y a la memoria. La arquitectura es la “creación reflexiva de espacios”, tal como lo definió el arquitecto Louis Kahn, famoso por su excepcional trabajo en la arquitectura moderna. El arquitecto de lo ortogonal, Carlos Scarpa, por su parte expresó que “la arquitectura es un idioma muy difícil de entender. El valor de una obra es su expresión, cuando algo está bien expresado, su valor se vuelve muy alto”.
 
Por lo tanto, la arquitectura es más que construir. Requiere una variedad de cualidades, como la belleza, que aunque subjetiva, debe responder a ciertos parámetros estéticos. También debe ser funcional de acuerdo a su uso, pero no por ello dejar de lado su habitabilidad, que para muchos arquitectos contemporáneos es la base absoluta. La arquitectura impacta a los usuarios que la viven, por lo tanto debe estar diseñada para ellos. La estructura, los materiales, la plasticidad, la percepción de alturas, la iluminación y la espacialidad, entre otros, deben trabajar de forma conjunta, pero sobre todo, armónica con el usuario. Además, hay que recordar que la arquitectura de hoy será el referente histórico del mañana.
 
¿Cuáles son los tipos de arquitectura por su ámbito histórico?
Dentro de la extensión occidental del planeta, la historia se divide en seis tipos de arquitectura. Cada uno de estos tipos responde a diseños independientes unas con las otras. Además, un periodo guarda varios estilos arquitectónicos, al estar comprendidos en varios siglos de duración, y es común observar que éstos surgen como una respuesta al anterior. A continuación se enumeran los tipos de arquitectura:
 
1. Arquitectura de la prehistoria
Cuando se habla de la prehistoria, es mencionar ejemplares que no se ajustan a los parámetros de habitabilidad actuales, pero que, por sus cualidades de construcción, son considerados como arquitectura. Al estar ausente la espacialidad dentro de tres dimensiones (piso, muros y techo), esta arquitectura entra en la denominación de lo escultórico.
 
Por lo general son construcciones megalíticas, cuyos materiales fueron tomados del entorno natural en su forma original, como la piedra, e incluso la madera, y sus métodos constructivos se basaron en apoyos verticales y horizontales. Otros ejemplos de esta arquitectura son las construcciones ciclópeas, los montículos de tierra y los refugios efímeros. La cultura Stonehenge, junto a sus famosas estructuras megalíticas, son el referente más conocido dentro de este tipo de arquitectura.
 
2. Arquitectura de la Edad Antigua
Dentro de esta categoría se encuentran la arquitectura romana, griega, mesopotámica, egipcia, etrusca, persa, e incluso algunos incluyen a la mesoamericana, aunque su periodo de tiempo no coincide con las mencionadas anteriormente. Se trata de uno de los tipos de arquitectura con mayor longevidad que, a pesar del tiempo, aún conserva edificios que atestiguan el portento y habilidad de estas culturas a la hora de hacer arquitectura.
 
El sentido de la habitabilidad se adoptó en la antigüedad, pues la arquitectura dejó de ser escultórica y se construyó en miras de servir para un uso: refugiar a las civilizaciones asentadas. Por ello, la arquitectura romana es conocida, entre muchos logros arquitectónicos, por crear el concepto de la casa con la domus romana. En suma, el sentido de comunidad de todas las culturas antiguas dio origen a las primeras ciudades registradas, en donde además de vivienda, también había templos, panteones, teatros, foros y termas. La trascendencia de la arquitectura de la antigüedad radica en su durabilidad, ya que los denominados cánones estéticos y las técnicas constructivas, como el dintel, el arco y la cúpula, significaron un punto de partida para la arquitectura sucesora. Edificios como el Coliseo de Roma, el Partenón de Atenas, las Pirámides de Giza, la Puerta de Júpiter, y el Zigurat de Chogha Zambil, son algunos ejemplos existentes de la arquitectura antigua.
 
3. Arquitectura de la Edad Media
Durante el siglo V y hasta el siglo XV, el medievo desplazó la época antigua y, por lo tanto, la arquitectura sufrió marcadas transformaciones. Éste es uno de los tipos de arquitectura que se concentró en lo militar y religioso, así que los castillos y las iglesias son los remanentes de este periodo; las viviendas eran construidas con madera y piedra, pero no sobrevivieron al paso del tiempo.
 
La Edad Media desfiló estilos como el bizantino, el visigodo, el románico, el gótico, entre otros, y en general, sus estructuras buscaron la monumentalidad a través del refinamiento de las técnicas constructivas aprendidas de sus antepasados. Los muros gruesos y los contrafuertes fueron los principales responsables de que las iglesias y catedrales lograran grandes dimensiones; el pilar compuesto y los arcos de medio punto y ojivales perfeccionaron las cúpulas y bóvedas; la cristalería fue clave a la hora de evocar un sentido religioso a la arquitectura y recordar el poder de Dios sobre el hombre. Por ejemplos se toman a la Iglesia de Santa Irene, la Catedral de Santiago de Compostela y la Catedra de Milán, representantes de la arquitectura bizantina, románica y gótica respectivamente.
 
4. Arquitectura de la Edad Moderna
Es importante que la arquitectura de la Edad Moderna no se confunda con la arquitectura moderna o del modernismo, pues ni la época ni las características se asemejan entre ellas. Se le denomina arquitectura de la Edad Moderna a la renacentista, la barroca, el rococó y el neoclásico. La Edad Moderna, del siglo XV al XIX, despidió a la arquitectura medieval y, en consecuencia, al oscurantismo. El periodo del Renacimiento y la Ilustración, así como el ascenso al poder de la burguesía, permitieron que la arquitectura se ampliara en sus usos y no se concentrara únicamente en la religión, aunque el estilo barroco representó un intento de la iglesia por reafirmar su poder.
 
Esta época dejó atrás el anonimato de los arquitectos con sus obras, además de que reconoció a la arquitectura como una profesión y no un oficio. Tanto los diseños renacentistas como los neoclásicos retomaron las órdenes clásicas, y se concentraron en el hombre como referencia y escala, así como la simetría y las proporciones. Este tipo de arquitectura se ejemplifica con el Palacio Medici Riccardi, el Palacio de Versalles y la Basílica de San Francisco de Paula.
 
5. Arquitectura del siglo XX
Tras la Revolución Industrial, la arquitectura mutó por completo y se separó de toda carga histórica. El diseño del siglo XX es uno de los tipos de arquitectura más subversivos dentro de su ámbito. Gracias a su mentalidad y a las nuevas capacidades en los materiales y técnicas, nació la arquitectura del modernismo, el Art Nouveau, el Art Decó, el High Tech, la orgánica, la arquitectura sustentable, el brutalismo, el internacionalismo y el deconstructivismo.
 
Los materiales pétreos y naturales dejaron de ser utilizados, y fueron reemplazados por el concreto, el acero y el cristal. En cuanto a las dimensiones, la escala se redujo y ajustó a la necesidad de los edificios. La forma dejó de estar condicionada por la estética y la belleza, ya que se rechazó por completo cualquier conexión con la historia y, por el contrario, optó por seguir a la función; no se retomó el ornamento y, si bien la arquitectura orgánica y el deconstructivismo usaron líneas curvas, el resto de estilos se decantaron por la ortogonalidad. El Instituto Salk, el Pompidou, la Escuela de Chicago y la Bauhaus conforman una escena clara de la arquitectura del siglo XX.
 
6. Arquitectura contemporánea
El último de los tipos de arquitectura es aquel que se sigue escribiendo en la historia del diseño. Cuando se habla de la arquitectura contemporánea, se refiere a los edificios de los últimos 40 años y los que están por llegar. El estudio de la arquitectura y nombramiento compete a los historiadores de la época que le sucede, así como el mismo gótico fue nombrado por los renacentistas varios años después. Por lo tanto, las características actuales serán estudiadas y reunidas una vez que se considere que el contemporáneo ha terminado.
 
Sin embargo, se pueden describir los lineamientos que la mayoría de los edificios contemporáneos reúnen, por ejemplo, el uso de materiales innovadores y responsables con el ambiente, formas y volados con mayor complejidad gracias a los avances en la construcción, una constante preocupación por la sustentabilidad de los edificios, la eliminación de ornamentos e inclinación por lo minimalista, integración de la tecnología para hacer arquitectura inteligente, así como flexibilidad a la hora de explorar plasticidades, juegos de luces y materiales. Pero por encima de todo, está la preocupación de dotar de sensibilidad a los espacios.