El término “Judas” ha sido sinónimo de una persona desleal durante muchos años gracias a la traición que cometió el personaje bíblico. Sin embargo, a lo largo de la historia de la humanidad han existido otras figuras famosas que han apuñalado por la espalda a más de uno de sus compañeros.
Judas
El Apóstol es conocido por traicionar a Jesucristo en la Biblia, entregándolo a las autoridades romanas por treinta monedas de plata. Esta traición es central en la narrativa cristiana, ya que condujo a la crucifixión de Jesús y, según la creencia cristiana, al sacrificio para la redención de los pecados de la humanidad.
Caín y Abel
La traición de Caín hacia su hermano Abel es un relato bíblico clave en el libro del Génesis por ser el primer asesinato registrado en La Biblia. El deceso se origina a partir de los celos e ilustra los problemas de la envidia y el pecado en la humanidad.
La Malinche
La Malinche, también conocida como Malintzin o Doña Marina, fue una figura importante durante la conquista de México por parte de los españoles liderados por Hernán Cortés. Se la considera traidora por algunos porque sirvió como intérprete y consejera de Cortés, lo que facilitó la derrota de los pueblos indígenas.
Efialtes de Tesalia
Efialtes se convirtió en traidor debido a que en la batalla de las Termopilas, guió a los persas a través de un sendero secreto que permitió rodear a los espartanos, lo que resultó en su derrota. Su traición se inmortalizó en la película "300" de Frank Miller y Zack Snyder.
Bruto y el asesinato de Julio César
En el año 44 a.C., el senador romano Marco Junio Bruto lideró una conspiración para asesinar a Julio César, el líder supremo de Roma. El asesinato de César en el Senado romano es un evento histórico ampliamente conocido que marcó el fin de la República Romana y el inicio del Imperio Romano. La traición de Bruto es especialmente recordada debido a la famosa frase "¡Tú también, Bruto!" atribuida a César en la obra de teatro de Shakespeare.