Investigar en Google se ha convertido en una parte esencial de nuestra vida cotidiana. Ya sea en un smartphone, en un ordenador o por voz gracias al Asistente de Google, todas las preguntas que se nos ocurren tienen respuesta gracias a la gigantesca base de datos creada por la Gran G.
Hoy en día, tenemos acceso instantáneo a más información que nunca antes en la historia de la humanidad, y los avances en inteligencia artificial van a transformar radicalmente la forma en que utilizamos esa información: tendrá la capacidad de poner a nuestra disposición nuevos conocimientos que nos ayudarán en nuestra vida cotidiana y en la forma en que podremos afrontar complejos retos globales. Ahora la búsqueda de Google también está profundizando en nuestras consultas.
Cómo funcionan las búsquedas en Google
Digamos que quieres decorar tu piso y estás interesado en saber más sobre la pintura acrílica. Si buscas "pintura acrílica", Google será capaz de entender cómo suele profundizar la gente en este tema y mostrará los aspectos en los que probablemente se fijen primero.
Por ejemplo, puede identificar más de 350 temas relacionados con la pintura acrílica y ayudarte a encontrar la visión más adecuada para ti. O busca a partir de imágenes y vídeos: inserta una foto y encierra en un círculo el componente que buscas pero no sabes cómo se llama, o busca los momentos clave de un vídeo para encontrarlo sobre la marcha: ya sea la canasta ganadora de un partido de baloncesto o los distintos pasos de una receta, Google te ayudará, a menos que no lo quieras.
Pero este afán de conocimiento choca con ciertos temas que requieren un nivel de profundización que todavía es imposible de alcanzar con el buscador. O bien, hay algunas palabras clave que pueden resultar molestas de diversas formas. Evitando deliberadamente las imágenes de salpicaduras o pornográficas, hemos recopilado los 8 tipos de búsquedas que no debes hacer en Internet.
El mayor clásico de las cosas que no hay que hacer en Internet: Búsqueda de contenidos ilegales de cualquier tipo como instrucciones sobre cómo fabricar una bomba, vender drogas o cualquier otro tipo de acción delictiva. No tanto porque no vayas a encontrar la respuesta a tu pregunta, sino porque dejará una impresión duradera cuando la policía llame a tu puerta y revise tu ordenador.
Enfermedades y síntomas
Buscar en Google síntomas o enfermedades es una de las peores cosas que puedes hacer. Porque si tiene razón, sin la opinión médica, puede hacer que parezca una enfermedad más grave o más leve de lo que pensaba. O, lo que es peor, puede estar equivocado y llenarle de ansiedad y tensión hasta su próxima revisión médica. Por lo tanto, en cualquier caso, es bueno mantenerse alejado de las búsquedas de cualquier enfermedad en línea.
Dietas milagrosas
Lo mismo ocurre con la nutrición: es poco probable que la dieta milagrosa que te hará perder peso esté escondida en los pliegues de cualquier página web. Es mucho mejor confiar en los cuidados de un nutriólogo y seguir sus dictados para adelgazar según tus necesidades; olvídate de las dietas a base de dulces o de esas mezclas curativas que incrementan el riesgo de enfermedades.
Tutoriales y guías de seducción
Buscar consejo para impresionar es una cosa, seguir un proceso con guión es contraproducente. Si no te sientes cómodo, puedes estudiar todos los tutoriales del mundo, pero es poco probable que consigas acostarte con alguien. Asimismo, algunos grupos han señalado que estas guías de seducción se basan en la manipulación y pueden ser machistas.
El sentido de la vida
No lo busques, te meterás en un lío de contenido inútil ya que nadie sabe la respuesta. Y el riesgo es que acabes como en la Guía del Autoestopista Galáctico y sólo veas aparecer el número 42.
El reloj de la muerte
Entre lo serio y lo gracioso, este portal se encarga de adivinar la fecha de tu muerte indicando un día al azar en el calendario. Es claramente un truco barato, pero permanecerá indeleble en su memoria y estropeará el tiempo hasta la supuesta fecha.
Gustos o preferencias íntimas o sexuales
El historial del navegador es despiadado y puede avergonzarte, especialmente si haces este tipo de investigación en la oficina o en el PC de tu empresa: los responsables de la red o los administradores del sistema pueden ver los sitios que has visitado, así que debes tener cuidado.