Agencia Reforma | 26/09/2023 | 00:02
Con una millonaria inversión federal, la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) pondrá en marcha el nuevo Laboratorio de Genómica Viral y Humana BSL-3, una instalación de alta contención biológica con nivel de bioseguridad 3 perteneciente a la Facultad de Medicina.
Se trata de una suite que potencia las capacidades de un laboratorio con reconocida experiencia en investigación biomédica con diferentes tipos de virus: los transmitidos por sangre (VIH, hepatitis B y C); por artrópodos, principalmente mosquitos (dengue, Zika, chikungunya, virus del Nilo Occidental), y patógenos emergentes como hantavirus, betacoronavirus silvestres y, por supuesto, SARS-CoV-2.
Pandemia, área de oportunidad
"(La pandemia de Covid-19) nos catalizó las posibilidades de acceder a fondos grandes, y por grandes me refiero a bastantes millones de pesos, para poder fortalecer esta infraestructura", explica Christian García Sepúlveda, responsable del Laboratorio de Genómica Viral y Humana, que añade a su nombre las siglas BSL-3, para referirse a una inversión de alrededor de 40 millones de pesos aportados en su totalidad por el Conahcyt, encabezado por María Elena Álvarez-Buylla.
¿Para qué sirve?
El nuevo Laboratorio de Genómica Viral y Humana BSL-3, con cerca de 300 metros cuadrados de extensión y dividido en dos partes -la antigua sección BSL-2 y la recién integrada-, ahora podrá manipular virus de mucho mayor riesgo.
"Tenemos la posibilidad de trabajar en otras cosas que antes no nos atrevíamos por el riesgo biológico que implicaba; con virus exóticos, cosas raras", remarca García Sepúlveda.
"Lo importante de la BSL-3 es que es como si fuera un tupperware gigante, o sea, está herméticamente sellado todo, completamente; paredes, techos, pisos están termofusionados. Todo se adecuó".
Sofisticada infraestructura
La suite cuenta con toda una serie de sofisticados instrumentos e infraestructura que garantizan la bioseguridad. Sistemas que mantienen el laboratorio a una presión negativa, máquinas para descontaminación profunda al grado de la esterilización, y varios filtros de Aire Particulado de Alta Eficiencia (HEPA, por sus siglas en inglés).
"Además de la esterilizadora, también compramos un equipo de descontaminación de áreas físicas por vapor de peróxido de hidrógeno. Es un robotito del tamaño de un refri, que tiene la capacidad de descontaminar todo el laboratorio de manera periódica", detalla el investigador a cargo.
"Este vapor de peróxido de hidrógeno es compatible con instrumentos electrónicos, ópticos, con todo tipo de plásticos, metales, etcétera", continúa. "Podemos incluso llevárnoslo y rentárselo a instituciones hospitalarias para la descontaminación de quirófanos, áreas clínicas, unidades de aislamiento u otros laboratorios que están trabajando con material biológico".
Se podrá trabajar con patogenos peligrosos
Todas estas mejoras y aditamentos -algunos cuyo correcto funcionamiento es monitoreado por los propios proveedores desde países como Alemania, España o Corea- permitirán al laboratorio llevar a cabo esfuerzos tan importantes como el desarrollo de ensayos clínicos y participar en la generación de vacunas.
"Ahora va a tener la capacidad de poder realizar estudios de diagnóstico, estudios epidemiológicos, estudios experimentales de patógenos peligrosos o nuevos en un ambiente controlado", detalla, por su parte, Andreu Comas García, académico de la universidad y colaborador del proyecto.
'Que no sea un elefante blanco'
El nuevo Laboratorio de Genómica Viral y Humana BSL-3 de la UASLP, solo está a la espera del corte de listón. Lo siguiente será empezar a trabajar y propiciar una serie de colaboraciones con otras instituciones académicas, científicas y hasta particulares.
Para ser sustentables, “las instalaciones tienen que poderse rentar a la industria farmacéutica, a la industria involucrada en el desarrollo de vacunas, en el desarrollo de ensayos diagnósticos, etcétera", adelanta García Sepúlveda, quien además espera que no se pierda el interés y el apoyo por parte de las autoridades gubernamentales.
“Una cosa es construir (espacios) y otra cosa es mantenerlos, que no se conviertan en elefantes blancos; que no se pierda el interés, sobre todo de instituciones gubernamentales que pueden aportar financiamiento”, señala.
ASÍ LO DIJO
"(Ahora) tenemos la posibilidad de trabajar en otras cosas que antes no nos atrevíamos por el riesgo biológico que implicaba; con virus exóticos, cosas raras".
Christian García Sepúlveda, Investigador