Durante la Segunda Guerra Mundial, en México se creó una pequeña pero efectiva unidad aérea de combate cuya misión consistiría en liberar a Filipinas del asedio japonés, para unir fuerzas contra las naciones adversarias. De esta forma nació la Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana (FAEM), más conocida como Escuadrón 201, bajo el nombre de combate “Águilas Aztecas” y llevaban como logotipo a “Pancho Pistolas”.
Los Águilas Aztecas no solo pelearon contra la legendaria y con fama de invencible fuerza del Sol Naciente, sino que además tuvieron que enfrentar los prejuicios racistas de militares norteamericanos, a quienes demostraron su destreza y valor.
El Escuadrón 201 voló mil 966 horas en misión de combate, sirviendo en observaciones, bombardeos y ametrallamientos de posiciones japonesas en Filipinas y Formosa.
Los pilotos mexicanos jugaron un papel decisivo en la liberación de la Isla de Luzón. El 18 de noviembre de 1945, un México orgulloso recibía con los brazos abiertos a los victoriosos supervivientes.
Los potosinos que formaron parte del Escuadrón Expedicionario fueron el Capitán Segundo Aviador, Pablo Luis Rivas Martínez; Teniente Piloto Aviador José Espinoza Fuentes; Teniente Piloto Aviador Héctor Espinoza Galván; Subteniente Piloto Aviador Mario Fernando López Portillo y Subteniente Piloto Aviador Fausto Vega Santander.
Los sobrevivientes del valeroso Escuadrón 201 visitaron la capital potosina en 1945, luego del término del conflicto armado, considerado como la guerra más sangrienta en la historia de la humanidad.
Fotos: El Arcón de los Abuelos