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salud

En una lesión, ¿Cuándo se debe aplicar frío y cuándo calor?

Portalclinic | 22/09/2023 | 13:12

La aplicación de frío y calor es una terapia que puede ayudar a mejorar una lesión disminuyendo el dolor y promoviendo una mejor recuperación. No obstante, es importante aplicar uno u otro de forma adecuada ya que una mala aplicación puede tener efectos contraproducentes.
 
“Para responder a esta pregunta lo primero que tenemos que valorar es qué tipo de lesión tenemos y la gravedad de la misma”, explica Pere Palmada. La decisión de si aplicar frío o calor dependerá del tipo de lesión, de su gravedad y del tiempo transcurrido desde la misma. Además, estas terapias pueden complementarse con ejercicios o con la toma de analgésicos o antiinflamatorios. No obstante, estos últimos, además de ser recomendados por un profesional, también se recomendarán o no dependiendo de las características de la lesión.
 
“La terapia del frío o crioterapia la utilizamos cuando hay una inflamación”. Pere Palmada, fisioterapeuta.
 
“La terapia del frío o crioterapia la utilizamos cuando hay una inflamación”, comenta Pere Palmada. Este proceso suele estar presente en lesiones recientes, golpes, caídas, esguinces, etc. Debe aplicarse frío mientras se produzca este proceso de inflamación aguda (72 horas máximo desde la lesión) y no más de 20 minutos cada dos horas.
 
El frío reduce la inflamación, el dolor y favorece una recuperación. “También en una recuperación posdeportiva puede ayudarnos”, apunta, ya que la crioterapia también se suele usar después de una sesión de ejercicio físico intenso para mejorar la recuperación. Es importante no administrar frío en heridas abiertas, directamente sobre la piel ni tampoco antes de realizar una actividad física o ejercicio.
 
“La aplicación de calor suele usarse en procesos crónicos o en estado avanzado”. Pere Palmada, fisioterapeuta.
 
“La aplicación de calor se hace en procesos crónicos o que están en un estado avanzado o musculares, siempre después de la primera fase de inflamación”, explica Pere Palmada y añade “una aplicación incorrecta de calor en una fase muy temprana de la lesión puede favorecer la inflamación”. Algunos procesos de larga evolución en los que el uso de calor puede estar indicado pueden ser lumbalgias, cervicalgias, etc.
 
El calor tiene un efecto de sedación y relajación que ayudan a reducir el dolor. Al igual que con el frío no debe aplicarse más de 20 minutos cada dos horas y nunca debe hacerse directamente sobre la piel. Finalmente, se debe tener en cuenta que un factor importante que determinará la eficacia de estas terapias es la tolerancia y la percepción del paciente al frío y al calor.