Guillermo del Toro se ha convertido en uno de los directores más respetados de los últimos años, todo gracias al poder de su creatividad y al amor por el arte y el cine. La voz del cineasta pasó a ser ley en espacios como la redes sociales, con millones de personas escuchando sus palabras y transformándolas en ecos capaces de llegar hasta el mundo real para ser aplicadas como lecciones de vida. Ahora, junto con otras decenas de artistas el mexicano firma una carta en la que critica la prohibición de libros que aborden temáticas LGBTQ+ .
The Hollywood Reporter habla sobre los desafíos que se enfrentan en distritos de Estados Unidos al existir muchas iniciativas que pretenden eliminar el material escolar que incluya estudios sobre cuestiones de género. 175 personas, entre los que se incluyen “músicos, autores, comediantes, estrellas de reality, modelos, personalidades de los medios, académicos, activistas y más”, y entre los que brilla Del Toro, lanzan una carta a través de MoveOn Political Action, organización de defensa pública y el comité de acción política. En el texto invitan a los lectores a no sumarse a la campaña impulsada por sectores conservadores que buscan perpetuar discursos de discriminación:
"No podemos enfatizar lo suficiente que estos esfuerzos de censura no terminarán con la prohibición de libros. Es sólo cuestión de tiempo antes de que los ideólogos regresivos y represores cambien su enfoque hacia otras formas de arte y entretenimiento, para promover sus ataques y esfuerzos por convertir a las comunidades marginadas en chivos expiatorios, en particular las personas BIPOC y LGBTQ+. Nos negamos a permanecer en silencio mientras un campo creativo está sujeto a prohibiciones opresivas e instamos a los artistas a unirse, porque una amenaza a una forma de arte es una amenaza para todos nosotros"
La necesidad de derechos
Todos los individuos merecen igualdad de oportunidades y un trato justo, sin importar su orientación sexual, identidad de género o expresión de género. La discriminación y la violencia basadas en la orientación sexual o la identidad de género son una afrenta a los principios de derechos humanos universales, y socavan la dignidad y el bienestar de las personas LGBTQ+. Al salvaguardar sus derechos, no solo se promueve la justicia y la inclusión, sino que también se crea un ambiente más diverso y respetuoso que beneficia a toda la sociedad al fomentar la aceptación y el entendimiento mutuo.
Además, proteger los derechos de las personas LGBTQ+ contribuye al avance de la salud pública y el bienestar social. Cuando las personas se sienten seguras y respaldadas, están más dispuestas a buscar atención médica y servicios de salud mental, lo que reduce las disparidades en la salud y mejora la calidad de vida de esta población. Asimismo, promover la igualdad en el ámbito laboral y educativo aumenta la productividad y la contribución de individuos LGBTQ+ a la sociedad en general, enriqueciendo la diversidad de perspectivas y experiencias en todos los aspectos de la vida. En resumen, proteger los derechos de las personas LGBTQ+ es esencial para promover la justicia, la igualdad y el bienestar de toda la comunidad.
Guillermo del Toro también destaca por su compromiso con la justicia social debido a su profundo sentido de empatía y su conciencia de las desigualdades que existen en el mundo. Su obra cinematográfica, que aborda temas como la marginación, la discriminación y la lucha contra el poder opresor, refleja su compromiso con la representación de voces y realidades marginadas. Del Toro, a través de su trabajo y activismo, utiliza su plataforma para dar voz a aquellos que a menudo son ignorados o maltratados en la sociedad, ya sea por su origen étnico, género, orientación sexual o cualquier otra característica.
El mexicano también utiliza su influencia para promover el cambio y la justicia social en la industria cinematográfica. Ha abogado por una mayor diversidad y representación en la pantalla, así como por mejores condiciones laborales y derechos para los trabajadores de la industria del cine. Su compromiso con la justicia social trasciende la pantalla y se convierte en una fuerza motriz para la creación de un mundo más inclusivo y equitativo, donde todas las personas tengan la oportunidad de ser escuchadas y respetadas.