Hoy se cumplen 90 años de la tragedia provocada por la ruptura de la cortina de la Presa La Constancia, ocurrida el 15 de septiembre de 1933, que dejó escapar 6 millones de metros cúbicos de agua, que arrasaron en primer lugar la fracción de Morales, luego el barrio de Santiago, el de Tlaxcala, el de El Montecillo y de Soledad.
La fuerza del agua destruyó más de 4 mil casas y las pérdidas humanas fueron innumerables.
La tarde del 14 de septiembre de 1933 cayó sobre la capital potosina una lluvia torrencial y con el pasar de las horas el aguacero no se detenía por lo que durante toda la noche y madrugada del 15 el agua se abatió sobre la ciudad.
Cuentan las crónicas de El San Luis que se fue, que la lluvia amainó durante las primeras horas de la mañana del día 15, convirtiéndose en ligeras lloviznas que continuaron durante el todo día.
Los habitantes de la ciudad no suspendieron los preparativos de la tradicional ceremonia de “El Grito”, con la que se conmemoraba el CXXIII aniversario del inicio de la lucha de Independencia.
Igual que este año, el 15 de septiembre de 1933 cayó en viernes, así que los potosinos que no estaban concentrados en la Plaza de Armas estaban en sus casas, la mayoría dormían ya a las 10 de la noche.
Pocos minutos antes de las 11 de la noche, hora en que las autoridades salen al balcón central del Palacio de Gobierno, para cumplir con el protocolo de esta ceremonia cívica, cuando entre los cientos de personas que estaban en la Plaza de Armas, comenzaron a gritar “Se reventó la presa, se reventó la presa”.
El agua llegó hasta el centro, donde alcanzó una altura de 80 centímetros, como lo muestran unos clavos que se colocaron después en algunos edificios y que son hoy en día el testimonio y olvidado de aquella inundación.
Fotos: El Arcón de los Abuelos