Martes 21 de Mayo de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.

El Gobernador Ricardo Gallardo en la 4T

Armando Limón | 11/09/2023 | 01:46

Contra lo que arguyen esas voces que fueron instrumento y beneficiarias de los gobiernos del pasado y que al haber perdido sus privilegios se retuercen en la insidia de manera obsesiva y hasta clasista pese a sus orígenes de barriada; voces ateridas frente a  los cambios y la nueva etapa promisoria por la que transita San Luis Potosí, el gobernador Ricardo Gallardo Cardona tiene un lugar relevante en el impulso de la Cuarta Transformación.

Son elocuentes las imágenes de la cercanía del gobernador Gallardo con la cúpula morenista en los eventos de la semana pasada en los que se dieron a conocer los resultados de las encuestas y la entrega del bastón de mando por parte de AMLO a la nueva líder, Claudia Sheinbaum, para que dé continuidad y consolide la transformación del país tras décadas de rezagos, saqueos y desigualdad.

Es comprensible que la proximidad y acuerdos de Gallardo con AMLO y Sheinbaum irrite a esa minoría presuntuosa que intenta, por todas las formas posibles, incluyendo mentiras y conjeturas facilonas,  volver al viejo estado de cosas, porque se ve muy difícil que esta regresión se vaya a presentar en los procesos electorales del 2024 y el 2027.

No solo con Sheinbaum tiene una excelente relación el gobernador Gallardo, sino con el resto de los que contendieron por el bastón de mando y en particular con Adán Augusto López Hernández, al que ya se le menciona para ocupar la dirigencia nacional de Morena, lo que dará seguramente un giro positivo a la conducción de este partido y en el trato de la política de alianzas con otras fuerzas políticas.

Lo que se asoma en el horizonte nacional es el reforzamiento del proyecto que coloca a las mayorías en el centro del quehacer gubernamental, mientras que a nivel estatal también están dadas las condiciones para que así sea con el gobierno de Gallardo, un aliado de la 4T con todo el respaldo del PVEM y guiado por los mismos objetivos de reducir la pobreza e impulsar el desarrollo económico y social en beneficio de todas las clases sociales.

Es innegable que Morena en San Luis Potosí enfrenta contradicciones y un crecimiento limitado en términos electorales, padece la falta de liderazgos, la prevalencia de intereses personales, protagonismos retóricos de carpa y una febril anticipación para apoderarse de candidaturas con un desdén marcado hacia la base militante, el corazón del movimiento que sigue sin recibir una disculpa de parte de las dirigencias nacional y estatal por haber impuesto como candidatos a dos antípodas de los principios del partido y que lo hundieron en el tercer lugar  de votación recibida: Mónica Rangel y Xavier Nava.

Los vacíos que ha dejado Morena en las urnas, en el gobierno y el debate público en la tierra de Ponciano Arriaga y Salvador Nava, los ha cubierto el PVEM con el liderazgo de Gallardo y la fuerza electoral que ha construido en años de lucha, persisten algunos dogmáticos de la izquierda con su tozudez de no aceptar la realidad política, pero fueron los primeros en alzar la manos de Rangel y Nava, con tal de no quedarse fuera de la jugada y se sumaron al agravio a la esencia morenista.

Con alianza total o parcial de Morena y el PVEM en las elecciones del próximo año, ya se verán las habilidades negociadoras de Adán Augusto si llega a la dirigencia nacional que también incluirá la coordinación de la campaña presidencial de Sheinbaum, se deberá lograr un acuerdo aliancista justo que se sustente en las estadísticas electorales, en los resultados del gobierno del Verde y en la coincidencia con Gallardo en los propósitos de largo alcance.