Los nuevos tiempos

Daría todo lo que se, por la mitad de lo que ignoro.

Rene Descartes

La información en multitudes que, recibimos todos los días, aturde los sentidos y, nos distrae de lo importante, pero también, de lo urgente. El dominio social que depende de la información, es un instrumento, que hoy en día, cualquier persona que se ha entregado a las redes sociales, puede manejar.

El régimen de la información, fundado en algoritmos y, hoy de moda, la inteligencia artificial, van determinando procesos económicos y políticos que marcan tendencias sutiles, pero que, se van quedando en el pensamiento de las personas, para cuando llegue el momento, todo cambio, bueno o, malo, se vea natural.

Hoy la informática, basada en los datos que se pueden ir acumulando es un gran nicho de actividad lícita, igualmente ilícita. La vigilancia pisco-política, control y pronóstico del comportamiento humano, por agentes externos, es ya una realidad.

Los regímenes de disciplina que se aplican, en la casi automática conducta de las personas, desprendidas del industrialismo, marca la uniformidad del pensamiento y aniquila la crítica constructiva, fundamento en el cual se crece y avanza una sociedad.

En el régimen de disciplina el sujeto no es dócil, ni tampoco obediente; se cree que es libre, auténtico y creativo. La verdad es que en el mundo se quiere aniquilar y, llevar a las personas por caminos que se les dificulte pensar y discernir sus propias vidas.

Asaltos, robots, asesinatos, feminicidios, falta de cumplimiento de la ley y, con ello, la creciente impunidad. Todo, parece ser que está ya, incierto en nuestras vidas y hemos normalizado lo que nos violenta cada día. Increíble pero, quisiera decir que, como lo expresaron muchas personas, estábamos en peligro de normalizar tanta crueldad pero, hoy es una realidad que nos asalta y hacemos poco por revertirla.

Así es como nos hemos entregado al bombardeo de información o, debería decir de propaganda oficial y social. La uniformidad del pensamiento, usando todas las herramientas de tecnología, va matando el esfuerzo de pensar y, hacer de esta vida la comodidad que otros aprovechan para tenernos en un control indeseable.

La imaginación, es diferente en todos los seres humanos, ello no se practica más; todo viene en imágenes que todos vemos con igualdad. Esto es la uniformidad del pensamiento, convirtiéndonos en autómatas.

Pesar es un privilegio que jamás debemos dejar de practicar.