La línea que tal vez resume mejor a Indiana Jones se pronuncia inexpresivamente, a mitad de camino de Raiders of the Lost Ark de 1981 . Maltrecho, magullado y cansado, el arqueólogo y aventurero expresa: “No son los años… Es el kilometraje”.
Cinco películas y 42 años después, ese kilometraje se ha acumulado seriamente. Además de los sombreros de fieltro y Harrison Ford, uno de los sellos visuales ahora icónicos de la franquicia, es un mapa: una línea roja que se desplaza a través de mares y continentes mientras el Dr. Jones excava, tiene romances y se abre paso a puñetazos por el mundo en barco, avión, bicicleta o submarino.
El último golpe cinematográfico del látigo del personaje, Indiana Jones and the Dial of Destiny, ahora está listo para inspirar a una nueva generación de aventureros, es decir, si las entregas anteriores sirven de algo.
“¿Imaginas cuán menos maravillosas serían las cosas si no sintieras que hay un mundo de aventuras y descubrimientos más allá de tu edificio o las calles de tu ciudad?” dice Albert Lin, explorador de National Geographic, científico y presentador de Lost Cities con Albert Lin. “Cuando era niño y crecí con Indiana Jones, veía esos mundos diferentes. Y estos lugares realmente existen. Hay una ciudad construida en las paredes de los acantilados en Jordania. Hay momias en las montañas del Perú . Hay cámaras debajo del desierto en Egipto.”
Pero algunas de las localizaciones (de hecho, la mayoría) de la serie de cinco películas no están exactamente donde aparecen. La política, la logística y las complicaciones del rodaje requirieron una búsqueda de locaciones innovadora. El resultado es un rastro de destinos a menudo improbables en todo el planeta.
En busca del arca perdida (1981)
Las “junglas del Perú” en realidad fueron filmadas en suelo estadounidense en Kauai, Hawaii. Kalalea Mountain proporcionó la primera toma del drama. Otros lugares alrededor del Refugio Nacional de Vida Silvestre de Huleia y el histórico Kipu Ranch cerca de Puhi representaron el territorio de los guerreros chachapoyanos.
Las escenas callejeras egipcias, incluido ese famoso no iniciador de una pelea de espadas, se filmaron en la ciudad tunecina de Kairouan ("pequeño Cairo"), famosa por su fabricación de alfombras y su histórica mezquita.
Indiana Jones y el templo maldito (1984)
El Club Obi Wan (un guiño a la otra franquicia de Lucasfilm) no estaba en Shanghái, como se anunciaba, ni estaba en un estudio. Las calles empapadas de monzón y neón que albergan las escenas iniciales de la salida de segundo año del Dr. Jones en realidad estaban en Macao, la isla a la que a menudo se hace referencia como "Las Vegas de Asia". Resplandeciente con una arquitectura extravagante y una deslumbrante cultura del juego, Macao se convirtió en una Región Administrativa Especial de China en 1999 después de casi 500 años como colonia portuguesa.
Aunque ambientado en la India, The Temple of Doom, cambió la producción al sur, a Sri Lanka, debido a las sensibilidades en torno a los posibles estereotipos culturales (una crítica respaldada por los espectadores modernos).
Una plantación de té cerca de la ciudad de Kandy, en el centro del país insular, se transformó en el pueblo rural representado en la película, que desde entonces se ha convertido en el sitio del Museo del Té de Ceilán. La escena culminante del puente de cuerda se filmó cerca de la presa Victoria en el río Mahaweli, un lugar hoy en día muy alejado de los caminos trillados.
Indiana Jones y la última cruzada (1989)
Visto por primera vez, como en la película, a través del Siq, un desfiladero de arenisca, el resplandeciente Al-Khazneh (El Tesoro) en la antigua ciudad rocosa de Petra en Jordania exuda majestuosidad y misterio. Los historiadores creen que este triunfo arquitectónico de 2000 años de antigüedad excavado en un acantilado tiene vínculos con las verdaderas Cruzadas, donde puede haber sido utilizado como un puesto de avanzada en el siglo XII. Pero más allá de la puerta no hay una cámara abovedada, como en la película: Todo lo que verá es una habitación modesta y desnuda de función incierta.
Duplicando el Medio Oriente, el sur de España tenía la infraestructura y la estética árida que el equipo de producción necesitaba para algunas secuencias de acción clave. Las ubicaciones incluyen la playa de Cala De Monsul y el espectacular Desierto de Tabernas, un dramático páramo hogar de tarántulas, búhos reales y erizos del norte de África. La región también fue famosamente utilizada por decenas de westerns "spaghetti" en la década de 1960. Un conjunto del oeste preservado llamado Fort Bravo es ahora un parque temático surrealista.
Ninguna parte puede duplicar convincentemente a Venecia, la ciudad más distintiva de Italia, y ninguna parte lo hizo. Al filmar en el punto álgido de la temporada turística en agosto, el equipo de producción obtuvo brevemente el control del Gran Canal , de “7 a. m. a 1 p. m., en un día”, recordó el productor Robert Watts, en 1999.
Pero si el edificio que esconde la entrada libresca a las catacumbas infestadas de ratas “no se parece mucho a una biblioteca”, es porque no lo es; es la iglesia de San Barnaba, en el barrio de Dorsoduro. El sitio ha albergado una iglesia desde el siglo IX, con la distintiva fachada neoclásica, agregada alrededor de 1776.
Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal (2008)
El lugar de trabajo del profesor Jones está fragmentado en ubicaciones. Pero el ambiente universitario saludable que forma el telón de fondo de la persecución en motocicleta al comienzo de la cuarta película de Indiana Jones tiene algo de autenticidad. “Marshall College” no es otro que Yale , la histórica universidad de la Ivy League en New Haven, Connecticut .
Una de las ciudades más antiguas de Estados Unidos, la capital cultural del estado de Nueva Inglaterra tiene un puerto histórico, una próspera escena de restaurantes y un par de instituciones importantes, incluido el Museo de Historia Natural Peabody y la venerable universidad. En la película, se observa el patio neogótico del Old Campus, que data de 1718.
Indiana Jones y el dial del destino (2023)
En el final de la serie, la imponente arquitectura de St. Vincent Street en Glasgow, la ciudad más grande de Escocia se duplica de manera convincente para la Nueva York de 1969, donde un desfile de teletipos que celebra el exitoso alunizaje del Apolo 11 recorre esta gran vía.
Más al sur, el North Yorkshire Moors Railway de Inglaterra ha sido reclutado para una acción trepidante en la parte superior del tren. Otro lugar más cálido es la ciudad medieval de Cefalù, Sicilia, el escenario de una escena clave en The Dial of Destiny. Hogar de una catedral del siglo XIII, deslumbrantes spiaggia (playas) y un montón de diversiones arqueológicas, encaja fácilmente en la reverencia final de “Indy”.
