Desbloqueo del Saucito: lección de conciencia social

Sin llegar a la confrontación ni mucho menos, al uso de la fuerza pública tanto el alcalde capitalino Enrique Galindo Ceballos como los vecinos del Saucito ofrecieron una gran muestra de civilidad y conciencia social al acordar en una mesa de diálogo el retiro del bloqueo que impedía el acceso al templo y, como consecuencia punto central que originó la suspensión temporal del inicio de los trabajos para la construcción del desnivel sobre la avenida Fray Diego de la Magdalena y su conexión con la carretera a Zacatecas, en un conflicto utilizado con fines de golpeteo político por parte del exalcalde Xavier Nava Palacios a través de personajes los oscuros utilizados para hostigar a sus adversarios ya identificados plenamente.

Este bloqueo al recinto religioso armado desde que empezó a llegar al lugar la maquinaria pesada para iniciar las excavaciones se fincó en supuestos peligros para la arquitectura del templo lo que finalmente descartó la autoridad federal al dictaminar que con los estudios realizados al respecto por el ayuntamiento capitalino, la obra no representaba peligro alguno para los valores arquitectónicos del recinto religioso aunque también les concedió un amparo a los inconformes para suspender los trabajos.

No obstante,  de buenas a primeras surgió un dizque frente de defensa del  templo integrado por vecinos reclutados para tal fin y dueños de algunos negocios que, según argumentaban podrían desaparecer por la obra lo que originó que por varias semanas se mantuvieran en suspenso los trabajos de construcción.

A pesar de que los rivales de Ceballos aprovecharon el conflicto para atacarlo políticamente, éste no cayó en el garlito de montar en colera o en su macho y acudir a la fuerza pública para desalojar a los que bloqueaban el acceso pues, debe reconocerse, con una buena dosis de sensibilidad política siempre se mantuvo en la posición de que la obra no se iniciaría sino hasta que se lograra el consenso con los vecinos del rumbo lo que le rindió buenos resultado al aceptar aquellos sentarse a dialogar y a discutir la situación con el propósito de llegar a un acuerdo conveniente en el que estará por encima de todo la tranquilidad y certeza de la gente respecto de que no habrá daños al templo y se analizarán opciones para no perjudicar los comercios que puedan resultar afectados.

Eso se logrará con la participación de vecinos asesorados por expertos en los aspectos técnicos de la construcción de tal suerte que en caso de detectarse algún riesgo se procedería a la modificación del proyecto para evitarlo.

Así entonces, el desenlace de este conflicto orquestado por gente de la administración municipal anterior que amenazaba prolongarse y aún originar la cancelación de tan importante obra viene a demostrar que cuando los potosinos se sientan a dialogar y a discutir cualquier asunto son capaces de encontrar salidas convenientes para todos principalmente cuando ninguna de las partes se siente dueña de la razón como lamentablemente pasa en otros ámbitos.