La soberbia de Citatili: Los acuerdos con Carreras

Para prepararle el terreno a Claudia Sheinbaum en su próxima visita a San Luis Potosí, ahora sí se espera que sea presencial, vino la secretaria general de Morena, Citlalli Hernández, a dar una cátedra de humildad, generosidad, ética y congruencia democrática, cuando no es un secreto que el partido se ha puesto al servicio de la “favorita” del presidente AMLO para sucederlo. Podrán decir misa, pero es evidente el “dedazo” al viejo estilo priista a favor de la exjefa de Gobierno.

En una conferencia de prensa, a la pregunta del pronóstico del PVEM de que ganará con “carro completo” en el 2024 sin necesidad de aliarse con Morena luego de que la dirigente estatal Rita Ozalia Rodríguez, el orgullo del nepotismo de la secretaria de Seguridad federal, Rosa Icela Rodríguez, se mostrara desdeñosa de la fuerza gallardista, Citlalli dijo que no se vale la soberbia de los verdes y se jactó de que ella fue una de las opositoras de la alianza de Morena con el PVEM, PT y Nueva Alianza que postularía a Ricardo Gallardo como el candidato a gobernador en el 2021, como así lo habían acordado las cúpulas partidistas con base a encuestas internas y a la venia pragmática de AMLO.

Ella no abundó sobre esta trama política que aún no se ha ventilado del todo, cuando en esa noche tumultuosa en la sede del CEEPAC apareció muy oportuna y enardecida la cacique sindical Francisca Reséndiz, enviada por y supeditada bajo la modalidad del “outsourcing”, e hizo tronar la coalición al meterse a la oficina de la presidenta Laura Fonseca y le arrebató el escrito de la coalición partidista y lo rompió en sus narices.

Citlalli no tiene memoria o se hace, con el apoyo de Carreras le cerró el paso a Gallardo para imponer, con una encuesta ficticia, a la priista Mónica Rangel como candidata de Morena a la gubernatura.

Eso no fue todo, la secretaria general de Morena también dio su aval para postular a Xavier Nava y que se reeligiera en la alcaldía capitalina, a la que llegó con el registro del PAN y MC.

La combativa Citlalli es tan ilusa que piensa que nadie se dio cuenta de esta claudicación de Morena ante las fuerzas retrógradas de la política potosina, las candidaturas de Rangel y Nava fueron repudiadas en las urnas, Morena quedó reducida al tercer lugar, superada por el PVEM y el PRIAN. De este sometimiento al conservadurismo, a las expresiones más corruptas y fascistas de la tierra del liberal Ponciano Arriaga, Citlalli no dice nada .

Lo menos que puede hacer Citlalli antes de venir a promover a Sheinbaum, abusando de su cargo partidista, es pedir una disculpa por haber negociado con Carreras; debería revelar los detalles del acuerdo con el PRIAN para que la doctora Rangel y Nava fueran los candidatos de Morena para tratar de eliminar el gallardismo, de la operación política del senador “corcholata” Ricardo Monreal, a través de su suplente. 

Eso es mucho pedirle a Citlalli, es soberbia, no tiene el valor para hablar con la verdad y no está a la altura de la transformación que impulsa la 4T y sus aliados, y bien sabe que Morena en SLP carece de estructura territorial y liderazgos propios, necesita al PVEM para ganar los distritos federales, y el mismo presidente AMLO declaró en febrero pasado, en una gira por el estado, que Ricardo Gallardo “es nuestro aliado” en una reunión con los servidores de la nación y la secretaria del Bienestar, Ariadna Montiel Reyes. Enviado desde mi iPhone