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20 años de un campamento de verdaderos campeones

Filiberto Juárez Córdoba | 14/07/2023 | 01:03

PARA BUENOS resultados en una investigación, es necesario apegarse a los hechos y evitar distractores de lo esencial. Pueden investigarse circunstancias colaterales, pero en lo que a la causa criminal se refiere, hay que analizar las circunstancia, el modus operandi de los actores y los móviles que pudieron originar los sucesos, sin involucrar otros elementos. En el lamentable ataque a los asistentes a un baile sonidero, las autoridades tienen que investigar, descubrir y castigar a los autores del brutal ataque. Eso es lo primordial y es en lo que hay que concentrarse.

EN CUANTO AL BAILE, hay cosas que deben aclararse. La primera, lo referente a los permisos para su realización, sobre todo porque ese tipo de actividades los requieren municipales y estatales, ¿los hubo o se realizó con tolerancias? De la propiedad del predio no hay dudas, José Luis Chalita Manzur, dijo que es de él, pero que desde hace más de 5 años lo tiene prestado al comandante de la Policía Municipal, Manolo Balderas Ochoa, para que se practiquen ahí algunos deportes. Hace más de 5 años era otra administración municipal y habrá que ver si el préstamo fue al ayuntamiento o directamente al jefe. También, si es cierto lo que dice el propietario, que ignoraba lo que ahí se hacía. Los organizadores de los bailes algo deben decir también sobre eso.

LA FISCALÍA GENERAL, inició una investigación sobre esas circunstancias y el alcalde, Enrique Galindo, separó de sus funciones a Balderas Ochoa, para que aclare lo que tenga que aclarar. Protección Civil, clausuró el lugar, por no reunir las condiciones para ese tipo de bailes. Todo eso está bien, porque hay faltas administrativas y posibles omisiones que deben sancionarse, pero que eso no deje de lado lo sustancial: la investigación y persecución de los crímenes que se cometieron. Por los tiempos políticos no faltan los que quieren aprovechar todo lo que ocurra para el golpeteo a una u otra autoridad. Eso es inevitable, pero que no sirva de distractor, para que los hechos criminales se investiguen con la dedicación debida. La impunidad empodera a quienes cometen delitos, por eso necesario que no se revuelva una cosa con otra.
VIENE LA TEMPORADA de los campamentos de verano. Hay varios, empezando por el tradicional de INPODE, que se realiza en la Unidad Deportiva Adolfo López Mateos. El del Parque Tangamanga, en coordinación con la SEGE y la Secretaría de Cultura, también será muy atractivo. Hay más, pero uno de los más importantes y esperados, es el Campamento de Verano para Niños y Jóvenes con Discapacidad, del área de Deporte Adaptado del INPODE, que este año cumple 20 años. Este campamento tiene en su historia una larga relación de logros y satisfacciones, para los organizadores, pero sobre todo para los campistas, jóvenes y niños con discapacidad, que ponen con entusiasmo sus habilidades en juego para obtener resultados sorprendentes. Un promedio de 300 campistas y 200 voluntarios -con el respaldo decidido y muy importante de los padres de familia- hacen del campamento un modelo reconocido a nivel nacional. Este campamento ha sido impulsor de deportistas que han llegado a medallistas paralímpicos, además de ser importante en la formación de estudiantes interesados en las labores de inclusión, tanto en la educación como en otros campos. Que sus 20 años sirvan para su consolidación como una de las acciones exitosas en materia de inclusión y atención a personas con discapacidad. Bien haría el INPODE en reconocer el valor que tiene y asignarle mayores recursos y apoyo. 

EL IMPEDIR con violencia el inicio de una obra pública y ejecutar acciones muy radicales de protesta, como la toma del campanario del templo del Señor del Saucito, hacen pensar que el movimiento no es espontáneo ni precisamente enfocado a proteger el entorno o la identidad del lugar. Se invoca la posibilidad de daños al templo, pero al tomar una parte de manera violenta, acusar a los sacerdotes de estar a favor de la obra y evitar la celebración de las ceremonias, se daña a la feligresía que ve afectadas sus expresiones de fe. La verdad es que ese sector necesita transformarse urbanísticamente, sin que eso signifique que se va a dañar la edificación que le da identidad. Las inconformidades llegaron a los tribunales y hay fallos que dicen que no tienen razón y las obras deben continuarse. Querer de todos modos impedir que se hagan, da indicios de trasfondos poco claros. Bueno sería hacer una consulta a los habitantes del Saucito, comprobantes de domicilio de por medio, para ver qué porcentaje en realidad está en contra. También, que se den a conocer más ampliamente las especificaciones de la construcción y las autorizaciones que tiene, así como los beneficios que generará, para dejar sin sustento el rechazo.

En muchos rumbos se quejan porque no se mejora la infraestructura urbana y donde se pretende hacer, se oponen y lo hacen hasta de manera absurda, como tomar un campanario y acusar a los párrocos, para presionar a una autoridad civil. NOSOTROS DECIMOS:

Aunque les parezca atroz
Trae su intención la maniobra
Es que quieren que esa obra,
¡Quede a la buena de Dios!
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Twitter: @FiliJuarezC