Oscar Esquivel | 14/07/2023 | 01:03
El tiempo corre entre sucesos que cambian día con día, la sociedad no se limita a entregarse al pasado, al contrario, se ve creciendo como comunidad, porque nadie en su juicio, quiere verse estático, subir peldaños profesionales, familiares, económicos, inmiscuirse en asuntos que atañen a problemas comunes, sobre todo, aquellos donde la seguridad familiar es el preponderante para estar en paz.
¿Somos tan omisos? como diría el recién fallecido Milán Kundera “La gente en su mayoría huye de sus penas hacia el futuro. Se imagina en el correr del tiempo, una línea, más allá de la cual sus penas actuales dejaran de existir” nos permitimos justificar todo, les damos permiso al poder de aplicar la ley de manera torcida, los perdonamos con cada adulación, cada vez que votamos por ellos o con cada bota dictatorial que vemos en el mundo “porque todo en este mundo esta perdonado de ante mano y, por tanto, todo es cínicamente permitido”
Cuando despertamos después de una noche que vio en nuestros sueños la angustia de ser protagonistas en un acto criminal, entonces la noche obscura fue la cómplice del agobio, los demonios de la obscuridad rondaron la habitación. Una novela cierta, sin ficción es la que vivimos en estos momentos, ya todo huele a muerte, sangre, desapariciones, secuestros, no hay ciudad que no escape a las langostas del apocalipsis, la violencia destruye a la sociedad, le limita su crecimiento armónico. ¿qué nos pasó? Podríamos tener preguntas sin respuestas, quienes permitieron esta penumbra, la mayoría yacen muertos, no pensaron en el futuro. Los gobiernos de la revolución desde hace 50 años prefirieron voltear la cara ante la creciente industria de la droga, se permitía el paso indiscriminado por el territorio, por tierra, mar y cielo, pero hay no acababan los problemas, Chiapas y Guerrero estados donde los pobres eran perseguidos precisamente por eso, por ser pobres, y hoy se han coinvertido en el referente criminal del país, además de Michoacán y Guanajuato, el Estado ha fracasado en su intento de frenar la violencia.
Guerrero el estado fallido, con 5 o 6 grupos criminales, que se disputan cada comunidad, cada ranchería; hace unos días dieron muestra de su impunida, bloquearon las carreteras por más de doce horas, secuestraron a 15 funcionarios, todo frente a una fuerza pública disminuida, y justo cuando se requiere de levantar la moral, la presidenta municipal de Chilpancingo, tomando un café con un líder criminal, mientras lo población trabajadora muere de manera física y moral, les roban y asesinan a sus hijos, a sus mujeres, las playas que antes eran el paraíso de los pudientes capitalinos, ya solo quedan despojos con mucha arena que ya no brilla a la luz de la luna.
Hipólito, un michoacano productor limonero, a quince días de su atentado que acabo con su vida, el pueblo se reorganiza para hacer frente al crimen organizado, tierra donde florece el aguacate y la amapola también, la gente nuevamente se despierta del sueño eterno de terror, ya no se lucha solo por la tierra despojada, es la honra de sus pobladores, lo ultimo en quitarle a las personas es su dignidad, esa que celosamente y con recato guarda íntimamente para ellas, ya no esperan que el gobierno de cualquier orden los cuide, ellos sabrán hacerlo.
Con una llamada telefónica durante la noche, una como cualquiera, donde los padres de familia, esperan a sus hijos regresen a casa con bien, una madre buscadora que perdió a un hijo, lo desaparecieron los demonios y que aún no lo encuentra, es engañada por un anónimo señalándole el lugar donde había restos humanos, agentes del estado de Jalisco se trasladan al lugar desconociendo que caerían en una trampa terrorista, 5 bombas son activadas, dando muerte a 6 agentes policiacos e hiriendo a 12 más, si esto no es terror como le llamaríamos.
La sociedad somos corresponsables, nuestros padres, abuelos, que tuvieron en sus manos la conducción del país, no solo como miembros del gobierno, si no como una sociedad que omitió exigirle a quienes se les dio la confianza de gobernar, un reclamo de cero impunidades, de no permitir la corrupción y lo que se hizo, fue conformarse con solo mirar, ser cómplices fomentando la corrupción. En este presente incierto y obscuro, los políticos se pelean por no mancharse del pasado, otros por no hacer el trabajo que actualmente le toca, procurar justicia, enfrentando los problemas de seguridad como lo es mano dura y fin a la impunidad; se les otorga la facultad de ejercer el poder y lo que hacen, es limitar la intervención del Estado “no somos iguales” mientras mueren y desaparecen decenas de personas diariamente.
No solo se vive en un negro y pantanoso e incierto presente en seguridad, el Estado mexicano ha fallado en salud, educación, durante décadas nos prometieron el primer mundo, luminoso, grande, potencia mundial, lamentablemente solo hemos obtenido como nació, el ser presos en nuestra tierra, el miedo cada día se manifiesta más profundamente en el corazón de cada mexicano.
Es urgente una reconstrucción social, cambiar el sistema político, reformar profundamente al poder judicial y transformar de lleno el lugar donde las leyes nacen, el poder legislativo, quienes hacen las leyes solo sirve para mantener los intereses de los grupos políticos, en alianza con los poderes económicos, no hay ley que no tenga un sesgo de interés gubernamental u oligárquico, por ellos la noche se hace larga y la luz tarda en aparecer.
OSCAR ESQUIVEL