Jueves 9 de Mayo de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.

El efecto Xóchitl

Jorge Armendáriz Gallardo | 11/07/2023 | 07:45

Como lo comentamos anteriormente aquel 2 de julio de 2018, el ciudadano Andrés Manuel López Obrador amaneció con 2 noticias buenas (yo diría excelentes) primero; que había ganado la elección presidencial por más de 30 millones de votos y la segunda que la oposición prácticamente se había borrado del mapa.
Hermosa realidad que es el sueño de todo político.
El PAN se había destruido solo, pues su candidato Presidencial (2018) Ricardo Anaya, aplasto todo lo que se atravesó en su camino, para ser el abanderado de su partido, dejando atrás solo las migajas de los grupos dominantes internos del PAN, de un instituto con gran trayectoria e ideales, que en el 2000 logro la proeza histórica de derribar al PRI y llegar a los Pinos en una jornada electoral fuera de serie.
El PRI con esta salida de la Presidencia en 2018, recibió el mayor escarnio público por haber fallado a los mexicanos por 2a vez, después que en 2015 le dieran una nueva oportunidad, para reivindicarse como fuerza política, dejando claro que la corrupción era un mal que se convirtió en enfermedad terminal.
El PRD anteriormente ya había dejado de existir, con la fuerza y presencia que le conocíamos, con la salida de López Obrador hacia el nuevo partido Morena, muchos lo acompañaron y otros más se convirtieron en victimas de su movimiento y de esa manera dejo de ser un partido representativo.
Para López Obrador fue muy fácil transitar en el arranque de su gobierno, con alta expectativa ciudadana por la cantidad de votos recibidos, con mayoría en las cámaras alta y baja y con la ausencia de una verdadera oposición, por la falta de liderazgos de los partidos políticos.
Fue tan notoria la ausencia de oposición que quienes representaron esta oposición, fueron el Ex Presidente Felipe Calderón, El líder empresarial Gustavo de Hoyos y el periodista Carlos Loret, todos ellos fuera de la arena política.
Con este favorecedor horizonte y con una agenda “bélica” electoralmente hablando, que aplico y se pudo escuchar y ver cada día en la rueda de prensa “Mañanera”
El presidente López Obrador tuvo la facilidad de elegir con calma, todo el proceso que le llevaría a su sucesión, pues no había situación mas cómoda (políticamente hablando) que la que estaba experimentando.
Con todo el tiempo del mundo y con mucha anticipación, pudo armar su quiniela de aspirantes “Corcholatas” que en tono chusco, emulo al tradicional “destape” del PRI.
En estos 4 años la oposición no logro destacar su agenda, a excepción de Movimiento Ciudadano, que, aunque tenía agenda no tenía estructura y le sobraba soberbia.
Pero algo sucedió en las ultimas 2 semanas, que cambio el escenario politico y la expectativa electoral del 2024.
La demanda de la senadora Xóchitl Gálvez, de recibir replica en la rueda de prensa mañanera del presidente López Obrador, y el mandato de un juez y rechazado por el propio Presidente, puso en la agenda pública a la valiente y malhablada senadora del PAN.
Que tenía 2 ventajas, no representaba un peligro para los planes del Presidente y no tenía negativos en su trayectoria política, razón por la cual no había sido “atacada” por la artillería” de Morena.
Quien a partir de esta grosería publica y desacato legal, le dio fuerza a la presencia de la anteriormente aspirante a la jefatura de gobierno de la Ciudad de México.
Bien dicen que, cuídate de quien no tiene nada que perder.
Y aquí el ejemplo más claro, pues Xóchitl Gálvez no perdió nada, al contrario, gano machismo y destacó en la agenda, a tal grado que se posiciono en el top de aceptación y preferencia como aspirante a la candidatura a la presidencia de la república, motivando de manera inmediata la salida de “la cancha” de muchas y muchos aspirantes del bloque opositor.
Posteriormente público un video, donde reclama que el Presiente no le creyera que podía como mujer, aspirar al sueño de ser presidenta, video que se hizo viral (redes sociales) y se convirtió en un fenómeno de inspiración para todas las mujeres y todos los mexicanos y el efecto Xóchitl había comenzado.
Su crecimiento exponencial, su presencia orígenes y perfil de mujer, desarmaron a todas las “corcholatas” (principalmente a Claudia Sheinboum) quietándoles la atención en la agenda nacional, aun con el descarado derroche millonario para subir su popularidad e impulsar la Marca Morena, en una clara campaña anticipada, disfrazada de no sé qué.
El efecto Xóchitl, sin duda le pondrá sabor a la sucesión electoral del 2024, sucesión que pintaba para ser la más desabrida de la historia de México

Hagamos juntos la Diferencia
Jorge Armendáriz Gallardo
jorgeearmendariz@gmail.com