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Día de Muertos

Florencia Aguilar y Jonathan Torres | 01/11/2010 |

El 2 de noviembre, los mexicanos recordamos a nuestros difuntos, por ello celebramos el día de Muertos, celebración mexicana que data desde hace tres mil años. Su origen es incierto, se cree que se remota al llamado Festival de Muertos celebrado entre los Aztecas, durante los meses de julio y agosto, al final de la cosecha de maíz, fríjol, garbanzo y calabaza, colecta que ofrendaban a la diosa Mic te ca ci huatl, guardiana del noveno  infierno, llamado Mictlán.

Esta tradición, se mezcla con la costumbre de enterrar a los muertos con objetos, comida y ofrendas para su viaje a la otra vida. Según la tradición, al morir las personas pasan al reino de Mictlán, donde tienen que estar un tiempo para después ir al cielo; por ello, necesitan comida, agua, veladoras para alumbrarse, monedas para pagar por cruzar el río antes de llegar a Mictlán, y un palo espinoso para ahuyentar al diablo.

En la actualidad, el 2 de noviembre, acudimos a los panteones para adornar las tumbas de nuestros seres queridos, comer con ellos, y a por qué no, construirles un altar con  la flor de cempasúchil,  imágenes, objetos, olores y sabores que le gustaban  al difunto en vida.

El tradicional altar de muertos, consta de 7 niveles. En el primero, se coloca la foto de la virgen o un santo, que se venera.

El segundo,  está destinado para las ánimas del purgatorio.

En el tercero se coloca la sal para los niños del purgatorio.

En el cuarto nivel,  se coloca el tradicional  pan de muerto, elemento principal de la festividad, ya que se ofrece a las almas que visitan  el altar.

En el quinto nivel, se ofrenda la comida y fruta preferidos exclusivamente por el difunto que recordamos, y en el sexto su fotografía.

Finalmente en el séptimo nivel se coloca una cruz formada por semillas o frutas como tejocote y limas.

Al termino de esta celebración, se apagan las veladoras y se despide a los difuntos, deseándoles buen viaje de regreso al más allá y pidiéndoles que retornen el próximo año.

Es así como este 2 de noviembre celebramos esta tradición mexicana para recordar a nuestros seres queridos ausentes.