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Japón ofrece casas a los precios más bajos

En busca de la posibilidad de ser propietarios de su propia vivienda, las masas ahora están acudiendo a las zonas rurales de Japón, donde abundan las casas abandonadas a precios sorprendentemente bajos. Salpicadas en su mayor parte por las tierras de cultivo del país, millones de akiyas —"casa vacía" en japonés— han permanecido abandonadas durante años, y un reciente impulso para revitalizar las zonas rurales significa que se están subastando o vendiendo a bajo precio, según informa The New York Times. "Mientras que a muchos japoneses no les gustan las casas usadas, los extranjeros ven una casa barata y están más dispuestos a reutilizarla y renovarla según sus gustos y presupuesto", explica al periódico Chihiro Thursfield, que es japonesa y compró una akiya con su marido en 2017.
 
Muchas de estas casas han sido abandonadas por diferentes motivos, aunque el catalizador suele ser la muerte del propietario original. A veces, un heredero se niega a aceptar la casa que dejaron sus familiares, como fue el caso de la casa de Thursfield. En otros casos, no nombran heredero o los parientes a los que se ha traspasado la casa no la necesitan pero no quieren vender el terreno familiar por respeto. En cualquier situación, el resultado suele ser el mismo: una casa vacía que se deja abandonada y se deteriora.
 
Sin embargo, como los gobiernos locales han ido subrayando cada vez más, las casas abandonadas pueden afectar al paisaje y ser peligrosas si se derrumban. Aunque muchos municipios han establecido nuevos impuestos para incentivar a los propietarios a demoler o mantener las casas, la disminución de la población japonesa ha dejado muchas akiyas sin reclamar. Cuando esto ocurre, el gobierno asume la propiedad y trata de subastar o vender la casa, a menudo por poco dinero. Thursfield y su marido pudieron comprar su casa por 23 mil dólares. Otro propietario que habló con el Times dijo que adquirió su casa por 1,800 dólares en 1973, aunque desde entonces ha invertido unos 700 mil dólares en mantenerla, la mitad de los cuales proceden de subvenciones municipales.
 
Para ayudar a coordinar a los compradores con las propiedades, los municipios de todo Japón han puesto en marcha páginas web, conocidas como "bancos akiya", donde se recopilan los listados. Aun así, algunos en el sector privado no creen que estas soluciones gestionadas por el gobierno ayuden adecuadamente a los compradores interesados y han creado sus propias empresas para facilitar las transacciones. Akiya & Inaka es una de ellas, donde una akiya, por ejemplo, se cotiza a 12 millones de yenes —lo equivalente a unos 90 mil dólares—. Matthew Ketchum, cofundador de Akiya & Inaka, declaró al Times que la mayoría de los clientes internacionales proceden ahora de Estados Unidos, lo que supone un aumento significativo desde que la empresa abrió sus puertas en 2020.
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