El pueblo de Suganuma es una reliquia atemporal que había estado celosamente custodiada durante 20 años, pero hoy decide mostrarle al mundo su arquitectura y tradiciones. Ubicado entre las regiones de Shirakawa-go y Gokayama —localmente conocidas como “El pueblo del río blanco” y “La montaña de las cinco partes”—, el pueblo de Suganuma es un templo de la cultura japonesa, y así lo reconoció la UNESCO, declarándolo Patrimonio de la Humanidad en 1995.
Por más de 170 años, el pueblo se mantuvo tan hermético como su ubicación se lo permitió, pues se encuentra en el centro de Honsh?, una isla al norte de la Ciudad de Nagoya. Además, en la aldea no existen espacios para el alojamiento, dejando clara la posición de Suganuma en mantenerse al margen del turismo asiático. Otro de los motivos del aislamiento del pueblo se debe a una vieja tradición, la cual predica que solo los residentes pueden acceder a Suganuma después de la puesta del sol. Los motivos detrás de dicha leyenda se desconocen, gracias al secretismo que se ha conservado alrededor del lugar, sin embargo, luego de una veintena de años, el posible que el secreto del pueblo de Suganuma se devele.
El pueblo de Suganuma ahora recibe visitas
Sin cobros por la estadía y durante tres días, dos personas tendrán la fortuna de conocer de cerca las tradiciones y arquitectura del pueblo de Suganuma, aunque por el momento no hay certeza si este acontecimiento se repetirá en el futuro. Aquellos interesados en vivir esta experiencia al más puro estilo nipón tendrán que registrarse en la página de Airbnb y esperar ser uno de los seleccionados.
“Suganuma es una cápsula del tiempo cultural”, expresó Airbnb, y tal como sus palabras remarcan, los visitantes podrán deleitarse con las prácticas ancestrales de la aldea. Un delicioso té les dará a bienvenida, y también podrán degustar de los platillos locales preparados a partir de tofu, verduras y pescado. Una tarde sobre una bicicleta para recorrer las orillas del río Sho y las montañas de Suganuma es parte de las actividades programadas, así como la enseñanza de técnicas tradicionales, como el washi, un método para hacer papel, y el sasara, una bella música producida a partir de las percusiones. Este viaje flotará entre el Japón histórico y el contemporáneo, sin duda, una experiencia irrepetible y excepcional.
ARQUITECTURA
La otra cara de la arquitectura japonesa en el pueblo de Suganuma
La arquitectura japonesa clásica que viene a la mente son los edificios hechos de madera, con sus múltiples techos a dos aguas recubiertos de tejas, y una plasticidad que emula la naturaleza, sin embargo, la arquitectura del pueblo de Suganuma no solo utiliza otros materiales, sino una estructura diferente. Se trata del sistema arquitectónico conocido como gassho-zukuri.