El Museo Federico Silva, que se encuentra en el corazón del Centro Histórico de San Luis Potosí, es sin duda uno de los más representativos no solo de la entidad, sino de Latinoamérica, al ser único en su tipo. Fue inaugurado el 18 de septiembre de 2003 y es el primer museo en América Latina dedicado exclusivamente al arte escultórico. Alberga la exposición permanente de 80 esculturas de Federico Silva.
En entregas anteriores, hemos tenido la oportunidad de resaltar las características de este imponente recinto, sin embargo, hoy queremos enfocarnos en el artista.
El museo fue construído durante la administración del Gobernador Fernando Silva Nieto. Un dato curioso señala que se planteó la creación del museo en un vuelo aéreo donde se encontraban el gobernador potosino Fernando Silva Nieto y el pintor Federico Silva.
De acuerdo a una entrevista realizada a Enrique Villa Ramírez, amigo cercano del artista por más de 40 años, cuentan que Silva Nieto se encontró con el artista en el aeropuerto y cuando abordaron el avión les tocó sentarse juntos.
Comenzaron a platicar de cómo tenían el mismo primer apellido, (de ahí que muchos pensaron que tenían algún parentesco). El pintor invitó al gobernador a visitar su taller en Tlaxcala y cuando lo hizo, quedó impresionado con las obras del pintor.
Fue en esa visita donde el gobernador le preguntó si le gustaría tener un museo en San Luis Potosí para mostrar su arte y el resto, es historia.
El recinto fue elegido por el mismo artista, por la privilegiada ubicación de la Escuela Modelo y fueron precisamente sus estudiantes quienes le entregaron a Federico Silva las llaves del recinto, mientras a ellos se les construyó una nueva escuela.
Es así como los potosinos cuentan con un tesoro invaluable que dejó como herencia el artista Federico Silva, quien falleciera el 30 de noviembre del año pasado.
Federico Silva no solo fue escultor, también era escritor y estas fueron sus obras más destacadas:
- Federico Silva en 1977.
- La escultura y otros menesteres en 1985.
- Viaje del nahual de Tonacacíhuatl en 1989.
- México por Tacuba, relatos autobiográficos en 2000.
- "Dos por Tres, apuntes autobiográficos" en 2010
Entre sus obras escultóricas destacan las siguientes:
- Cruces de Santiago
- Altar
- En espera
- Intersección
- El señor de los rayos
En 2010, las Universidades de San Luis Potosí y la Nacional de México le otorgaron el Doctorado Honoris Causa. En noviembre de 2016 recibió la Medalla de Bellas Artes.
En una de las entrevistas concedidas por el artista al Instituto Nacional de Antropología e Historia en 2003, señalan que la historia del museo nació a partir de un patronato poderoso; "fue acogido por gente entusiasta que desea conservarlo como una institución independiente”, compartimos algunos fragmentos sobre lo que pensaba Federico Silva de su museo.
¿La propuesta de que llevara su nombre también se hizo desde el principio?
Sí, cuando se definió su carácter, ya que la base de la colección son sesenta y cinco esculturas mías. Lo importante no era cuántas obras,sino que el conjunto constituye una propuesta, un mensaje coherente,y se consideró que valdría la pena que eso se conservara. El hecho de que lleve mi nombre significa haber cumplido con otro objetivo:mantener la obra agrupada, asegurar su permanencia, conservar íntegra una teoría sobre el arte y su función, sin dispersarla ni comenzarla a colocar en cualquier parte. Así quedó un mensaje coherente y a buen resguardo.
¿El museo cuenta con las obras de otros escultores?
Se inauguró con cuatro exposiciones: la permanente, que es mía, y tres en las salas temporales: una de Manuel Felguérez, otra de escultura precolombina de la región y una de obra monumental de Juan Soriano. De manera que el museo se muestra en su inicio de manera afortunada, con la participación generosa de estos creadores. Obviamente irá renovándose, pues se adquirirán obras en comodato o que cedan algunos artistas.
¿Cuánto tiempo lleva consagrado a la actividad plástica?
He tenido la suerte de vivir mucho tiempo. Acabo de cumplir ochenta años y a los veinte ya era ayudante de David Alfaro Siqueiros para su mural de Bellas Artes. El Museo Federico Silva representó un gran trabajo porque hice y rehice varias esculturas para el mismo. Este año(2003) también hice una pintura monumental, "La cueva de Huites", en Sinaloa. Es una pintura sobre la piedra, a lo largo de un túnel de más de cuatrocientos metros, que nos llevó cuatro años de trabajo. Está en la Sierra Madre, adelante de un pueblo que se llama Choice. Y lo más actual que he hecho es obra digital.
De esa forma la sorpresa es para el que observa la obra y para el que la crea.
Las soluciones en el arte a veces son el resultado de la intercomunicación de los distintos lenguajes y técnicas. En el caso digital, uno de los grabados que más me gustaron lo hice después como escultura, en placa de hierro. Esa escultura surgió de la exploración de la gráfica digital. Todos los procesos son difíciles: aprender a dibujar, a pintar. Una de las cosas que más requiere el arte es terquedad.
Es así como concluye la entrevista, sin duda es grande el legado que deja para las futuras generaciones y un gran tesoro que resguardarán los potosinos por muchos años más.