Melissa Trejo | 20/06/2023 | 11:42
El horario de verano es una práctica que consiste en adelantar una hora el reloj durante los meses de verano, generalmente en primavera, y volver al horario estándar en otoño. Su objetivo principal es aprovechar la luz del día y ahorrar energía, ya que se supone que las personas tendrán más horas de luz natural disponibles durante su jornada diaria.
En México, esta medida ya no se aplica. Tras 26 años de implementarlo, la Cámara de Senadores avaló la reforma a la Ley de husos horarios en el país, poniendole fin al cambio de hora que se realizaba desde el año de 1996 en nuestro país.
En cuanto a si pudo habernos ayudado a contrarrestar los efectos de la ola calor que actualmente sufrimos, el horario de verano podría tener ciertos beneficios, como permitir que las personas no tengan tanta exposición a la luz solar en ciertos horarios en los que realizan traslados. Sin embargo, en términos de mitigación directa de los efectos del calor, el horario de verano por sí mismo no tiene un impacto significativo.
La mitigación de los efectos del calor depende más de medidas como la disponibilidad de sistemas de enfriamiento, el acceso a agua potable, la conciencia pública sobre la importancia de la hidratación y el resguardo en lugares frescos durante los períodos de calor extremo. Además, es esencial contar con una planificación adecuada y medidas de emergencia en caso de olas de calor para proteger a las personas vulnerables, como los ancianos, los niños y las personas con problemas de salud preexistentes.
En resumen, aunque el horario de verano puede tener algunos beneficios indirectos en términos de aprovechar la luz solar durante los meses de verano, no es una medida específica para mitigar los efectos del calor. La mitigación del calor se logra mejor a través de medidas como sistemas de enfriamiento, acceso a agua y una buena planificación y preparación para eventos extremos de calor.