Un inmueble donde se organizaban fiestas clandestinas a las que presuntamente se les permitía la entrada a menores de edad en el Municipio de Benito Juárez, al norte de Quintana Roo, fue asegurado anoche por la Fiscalía General del Estado (FGE).
"Tras una orden girada por un juez de control, se cumplimentó una orden de cateo donde se aseguró un inmueble en el que se realizaban fiestas clandestinas que permitían el acceso a adolescentes", informó la dependencia.
Los agentes la Fiscalía interrumpieron una fiesta que se llevaba a cabo en la finca, localizada en Supermanzana 523, y encontraron más de 200 personas, entre ellas al menos 50 adolescentes que supuestamente se encontraban consumiendo bebidas alcohólicas.
"Los adolescentes que asistían tenían acceso sin restricción a alcohol y estupefacientes, además de que se les permitía sostener relaciones sexuales en el local", indicó.
Una serie de imágenes muestran a un grupo de jóvenes formados en medio de lo que parece ser una pista de baile mientras aguardaban para ser llevados con sus padres.
Las fotografías también exhibieron el lugar con una fachada blanca con dos zaguanes blancos y un pasillo que atraviesa un jardín decorado con un piso de madera e iluminarias.
Durante el cateo se detuvo a una mujer extranjera, con residencia temporal en el País, quien presuntamente fungía como la organizadora de las fiestas, por la comisión flagrante del delito de venta o distribución de bebidas alcohólicas y posible corrupción de menores.
Tras cumplimentarse la diligencia, el local quedó asegurado y los adolescentes fueron entregados a sus padres, apuntó el organismo.
La noche del 2 de abril el asesinato de Hugo Carbajal, de 15 años, durante una fiesta clandestina en Jilotzingo, conmocionó al Estado de México.
El empleado de seguridad del salón de eventos "Imperio", identificado como Mauricio N, tomó por la espalda a Hugo y le cortó el cuello con un trozo de cristal.
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