Este miércoles se cumplen 30 años del crimen que sacudió a México y que cambió para siempre la narrativa sobre el narcotráfico en el País. La mañana del lunes 24 de mayo de 1993, un comando atacó de manera directa al titular de la Arquidiócesis de Guadalajara en el estacionamiento del Aeropuerto Internacional "Miguel Hidalgo".
El Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo había acudido para recibir al entonces nuncio apostólico, Girolamo Prigione, apenas ocho meses después de que México reanudó las relaciones diplomáticas con El Vaticano. Era el País de Carlos Salinas de Gortari, del peso sin tres ceros, del dólar a 3 pesos, y en vías de entrar a la modernización prometida con el Tratado de Libre Comercio.
De acuerdo con Tomás de Híjar Ornelas, cronista de la propia Arquidiócesis tapatía, pese a la brutalidad, el asesinato de Posadas no cumple con los requisitos que plantea la legislación católica para declararlo mártir.
"Uno, que a esa persona la hayan privado de la vida por odio a la fe que profesaba; dos, que esa persona, al tiempo que le quitaron la vida, no hubiera opuesto resistencia; tercero, que hubiera perdonado a su verdugo", explicó el sacerdote.
Sin embargo, hasta la fecha existe discrepancia entre las versiones sobre el móvil del homicidio del Cardenal. La entonces Procuraduría General de la República manejó dos versiones. En un principio se dijo que fue mala suerte, pues el prelado habría quedado atrapado en medio de dos fuegos, en un enfrentamiento entre narcos.
La otra versión fue que se trató de una confusión. De acuerdo con esta hipótesis, Posadas fue confundido con Joaquín "El Chapo" Guzmán, a quien los sicarios debían asesinar por órdenes de los hermanos Arellano Félix.
Hoy estrella de series de televisión, en aquella época "El Chapo" era un personaje desconocido para la opinión pública. A partir de la muerte del Cardenal, el narcotráfico se convirtió en protagonista central de la escena nacional.
Ante la presión de la Iglesia Católica y el escándalo internacional, el Gobierno priista de Salinas de Gortari se lanzó contra los capos del crimen organizado, a los que hasta entonces prácticamente no había incomodado. Los jefes del Cártel de Tijuana, los hermanos Arellano Félix; el propio "Chapo" y Héctor "El Güero" Palma, entre otros líderes del narco, pasaron a ser parte de la vida cotidiana.
En tanto, del lado de cierto sector religioso surgió una tercera hipótesis: que el asesinato fue un crimen de Estado.
La Conferencia del Episcopado Mexicano conmemoró el aniversario del asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo.
La CEM recordó que hace treinta años, Posadas Ocampo “fue víctima de un acto de violencia injustificable que dejó una herida abierta en nuestros corazones y en la historia de nuestro país”.
Señaló que “El cardenal Posadas Ocampo fue un hombre de fe inquebrantable y una voz valiente que defendió los valores cristianos y luchó incansablemente por la justicia y la paz en México. Su partida dejó un vacío irremplazable en nuestra Iglesia y en toda la sociedad, pero su legado y su ejemplo perduran en nuestras memorias y en nuestras acciones cotidianas”.
En un comunicado difundido en redes sociales, añadió que “Recordamos con gratitud y admiración la vida y el sacrificio del cardenal Posadas Ocampo. Su entrega total a Dios y a sus hermanos, su incansable labor pastoral y su compromiso con los más necesitados nos inspiran a seguir su ejemplo de amor, servicio y perdón.”
“En este aniversario, elevamos nuestras oraciones por el eterno descanso del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo y por el consuelo de su familia, amigos y de todos los fieles que aún sienten su pérdida. También rezamos por aquellos que, movidos por su ejemplo, siguen luchando por la justicia y la paz en nuestra nación”, indicó la CEM.
“Que la memoria del cardenal Posadas Ocampo nos impulse a ser testigos valientes de la fe, a trabajar por la reconciliación y a construir un México en el que reine el amor, la justicia y la paz. Que su legado sea una guía para nuestras vidas y un llamado constante a la unidad y la solidaridad entre todos los mexicanos”, concluyó.