El 54% de las personas de entre 18 y 70 años, tienen ahorros en algún instrumento informal. Las tandas están en este apartado, según la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), el juntar capital con este instrumento es riesgoso.
La Profeco señala que la tanda “es una forma no institucionalizada de ahorrar dinero. Para operar se requiere en primer lugar de un organizador o administrador. Una persona que se encargue de controlar el dinero y distribuirlo entre los participantes. En segundo lugar, el que organiza, establece la cantidad de dinero que el grupo pretende juntar. Entre el organizador y los participantes definen el tiempo que durará el ahorro y la periodicidad de las aportaciones y sortean los números que corresponderán, aunque es común que el organizador le corresponda el primer número”.
La Consusef dio a conocer las 7 razones para no entrar a este sistema de ahorro informal:
Tu dinero se puede devaluar. Si hay un incremento de precios durante el periodo que dure la tanda, tu ahorro tendrá menos valor que al inicio.
Corres el riego que un día no recibas la tanda porque el administrador o alguna eventualidad “espumó” tu dinero
Con al ahorro de una tanda no obtienes rendimientos, tu dinero solo cambia de unas manos a otras.
El organizador de la tanda podría decirte que no te podrá pagar, porque surgió una eventualidad y usó los recursos que te tocaban para subsanar esa necesidad.
Si no puedes cumplir con algún pago, de inmediato comenzarán los reclamos y cobros.
Los números te pueden no favorecer porque no eres cercano al organizador y así te mandan al final. De esta manera puede jinetear mejor tu dinero.
Los participantes comienzan a incumplir los pagos y llegan rumores de que saldrán personas de la tanda. Al final podrías llevarte menos dinero de lo esperado por esas situaciones que se podrían presentar.
La Condusef señala que si estás por entrar a un sistema de ahorro, mejor lo hagas a través de las instituciones formales, ya sea un banco o algún sistema financiero legalmente constituido. Así el organismo puede orientarte sobre cuál te conviene además de poder defender tus derechos.