El Financiero | 18/05/2023 | 18:35
El gas de cloro es de color amarillo verdoso y el cloro líquido es de color ámbar transparente. Ambos tienen el olor característico de blanqueador. Es corrosivo y reacciona violentamente con los productos derivados del petróleo, como la gasolina, diesel, aceite, solventes y aguarrás.
El cloro también puede reaccionar con el monóxido de carbono y con otros productos de combustión y producir gases tóxicos y corrosivos. El gas cloro se utiliza para la potabilización de agua. El contacto con la sustancia ocasiona irritación en piel, ojos, nariz y membranas mucosas.
No representa un riesgo cuando es manipulado por personas capacitadas, además de que no se debe aplicar calor al cilindro, y no tocarlo. Si la sustancia se evapora de forma rápida puede producir quemaduras en el área física en que alguna persona hiciera contacto.
En caso de inhalarlo, mantén a la víctima abrigada y en una posición reclinada con la cabeza y los hombros elevados.