Miércoles 8 de Mayo de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.

Las pugnas por el agua

Oscar Esquivel | 12/05/2023 | 13:17

Nunca es para siempre o solo a veces, los tiempos fatales, línea muerta, el fin del mundo, la nueva creación, el apocalipsis se avecina, el gran diluvio nos hará retroceder miles de años, así de dramático nos ponemos cuando no queremos aceptar la realidad, somos incrédulos ante evidencias obvias que suceden en el mundo, y una de ellas es el agotamiento de las grandes reservas de agua dulce en el mundo.
 
Conforme los países antes denominados del tercer mundo ahora en desarrollo avanzan en su crecimiento social y económico, la demanda de agua se incrementa, mas no así el flujo de ella, es decir, la población que obtiene mayores ingresos y se coloca en un estatus social elevado su consumo de agua es mayor, entonces exigen que sea abundante y de calidad, mientras los países pobres de Asia o África, el agua es cada vez menor, incluso no apta para consumo humano.
 
Para las Organización Mundial de la Salud, el requerimiento diario de agua para una persona es de 100 litros, sin embargo, existen poblaciones enteras, que su consumo apenas alcanza para llenar una cubeta de 20 litros, solo para preparar alimentos. 100 litros aún son muchos, si contamos con que el planeta tiene 8 mil millones de habitantes, imaginemos la cantidad de agua que se requiere para las necesidades básicas, lo anterior sin contar el consumo virtual del líquido.
 
El consumo virtual es aquel que no realizamos directamente, pero si lo consumimos, según la OMS “El cálculo de agua virtual parece no estar relacionado con la vida cotidiana, sin embargo, nuestros patrones de consumo y producción involucran muchísima agua, pudiendo tener efectos en otras partes del mundo y de nuestro país”. Un ejemplo práctico de estudiosos de la ONU, tomando como ejemplo un alimento cotidiano de gran consumo y con miles de sucursales en el mundo como lo es una hamburguesa, se requiere de 2400 litros para poder servirla en nuestra mesa, si contamos que la carne proviene de un animal, sea vaca, cerdo o pollo, su consumo es de 200 litros diarios, ahora si le agregamos, lechuga, jitomate, salsa, el traslado en un vehículo, al comernos esa hamburguesa estaríamos consumiendo lo que les corresponde a 24 personas.
 
Un alimento que requirió de toda esa agua debe costar mucho dinero, desafortunadamente no es así, el agua casi se regala y peor, no se cobra, los organismos operadores en países como el nuestro están rebasados por su burocracia poco preparada, siendo botín político, generadora de corrupción, ahora, si durante el día consumimos alimentos preparados, elaborados con materias primas que llegan de lejos, es inimaginable el consumo brutal de agua.
 
La fatalidad no existe para el político, ellos lo llaman “retos”, nos han dicho que el agua de nuestros acuíferos solo podrá suministrar el líquido hasta el día 28 de mayo, ¿será el día “D”el que marque el fin del baño? Todos resultan se eruditos en materia de cuidado y uso responsable del agua, pero no la fomentan, se preocupan únicamente de la distribución, que la red funcione, el servicio, le recuperación de aguas tratadas para usos como jardines lavados de calles, ya no es prioridad, prefieren tirarla que utilizarla para mantener árboles en sequía, sobre todo en la mancha urbana donde miles de árboles mueren diariamente. El desconocimiento de los políticos sobre del ciclo del agua niegan que las plantas y árboles son los principales generadores de humedad y absorción, que en ellos recae, el inicio del ciclo por la lluvia, por eso no preservan la vegetación de gran tamaño, si las autoridades carecen de esa cultura, es porque no quieren desviar fondos de “cultura” para suministrarlos en algo tan trivial como el agua.
 
El fomento en casa, en las escuelas, en los centros de trabajo del uso eficiente del agua y que nuestra conciencia ecológica, tenga el suficiente alcance para saber que entre más consumamos productos elaborados, el agua se agotará con mayor rapidez, aunado al ahorro personal diario, podamos revertir la inminente sequía.
 
Las pugnas por el agua, por el control de los organismos operadores de parte de los gobiernos, solo provoca que el ciudadano común, reclame servicio que no le llega y en automático deje de pagar, el pago por el agua, creo, no debería ser motivo de regateo, aun cuando la necedad y la falta de voluntad sean evidentes de los gobernantes en turno. Pongamos el ejemplo ahorremos lo más posible para que mañana continuemos teniendo la alegría del agua.
 
Si el municipio no lo hace hagámoslo nosotros, adopta un árbol, solo 20 litros de agua a la semana, es suficiente para sobrevivir al abrazador calor, mientras nuestros dioses nos bendicen con la lluvia,
 
Nos saludamos pronto
 
OSCAR ESQUIVEL