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salud
National Geographic | 01/05/2023 | 16:41
El dengue y el chikungunya son enfermedades víricas con varias similitudes. Son transmitidas por mosquitos del género Aedes y presentan síntomas similares, lo que dificulta su diagnóstico. Sin embargo, hay diferencias importantes que pueden ayudar a identificarlas.
La principal similitud es que tanto el virus del dengue como el del chikungunya, según la OMS, son transmitidos por mosquitos. En la mayoría de los casos, el virus es transmitido por las hembras de la especie Aedes aegypti y, en menor medida, por las hembras Aedes albopictus. En las Américas, el principal vector de las enfermedades es el Aedes aegypti.
El dengue, enfermedad endémica en muchos países tropicales, provoca síntomas como fiebre alta, dolor de cabeza, dolores articulares y musculares, erupciones cutáneas, náuseas y vómitos. En casos graves, la enfermedad puede provocar hemorragias y shock, que pueden ser mortales.
Existen cuatro serotipos del virus del dengue, y la recuperación proporciona inmunidad de por vida contra el serotipo adquirido. Sin embargo, la inmunidad cruzada (protección inmunitaria contra un invasor similar al que causó la infección) para los demás serotipos es solo parcial y temporal. Con eso, las infecciones repetidas aumentan el riesgo de desarrollar dengue grave.
Por su parte, el chikungunya, una enfermedad menos común que el dengue, incluye síntomas como fiebre superior a 38.5 grados y dolor intenso en las articulaciones de pies y manos. La afección también puede desencadenar dolor de cabeza, dolor muscular y manchas rojas en la piel.
La principal diferencia entre las enfermedades es que el dolor del chikungunya se concentra en las articulaciones. Mientras que el dengue causa predominantemente dolor muscular. Además, algunos síntomas del chikungunya duran unas dos semanas.
Pero las diferencias acaban ahí. Por ahora, el tratamiento de estas enfermedades es prácticamente lo mismo, afirma Fiocruz, ya que no existen medicamentos específicos para ellas. Asimismo recomienda que el paciente, en ambos casos, descanse y beba mucho líquido.
La mejor forma de diagnosticar la enfermedad es a través de los análisis de sangre, que ayudan mucho en la diferenciación de los cuadros clínicos, ya que la caída de las plaquetas y la leucopenia (recuento de glóbulos blancos mucho más bajo de lo normal) son más significativas en el dengue.
