La Orfandad Política De Unos, La Paternidad de Otros

Ahora que se están desbaratando prácticamente los partidos que se consideraban tótem de la ideología arraigada, del hábito, de las familias encumbradas.

El Némesis que significan los años de decepciones y encono que pasan facturas que cimbran los cimientos de los que se pensaban poderosos e intocables, antojan a una amenaza parecida a la lava de Pompeya que con fuego arrasaría en las entrañas de sus pasillos, todo aquello que definitivamente esta perdido, todo aquello que huele a podrido. Y esos que correrán por sus vidas para salvarlas bajo el ala de otros institutos políticos, esperando que ahí se prolongue la vida, en el servicio público, en la urbre del sistema que cada día está más desnutrido y menos espacioso para zánganos y que por selección natural generará la supervivencia de aquellos que sean los mas aptos, los  más fuertes, los  que tienen “con qué” en la selva política del año 2024 que está cerca, y cuyos tambores de la guerra electoral que se aproxima se escuchan cada día más fuerte.

La desbandada, casi siempre el primer fenómeno, en el primer escenario que observamos; cuando el agua llega a los aparejos de ese barco que se hunde y que decían era el Titanic, el insumergible PAN, el  Accion Nacional de los abuelos, de raíces profundas en personajes de gran prestigio en el estado… se hunde, ¿se resquebraja? Se desdibuja con la deserción diaria. 

Y las maderas podridas regurgitan reproches de pandillas que nunca remaron en la misma dirección y que ahora se arrojan por la borda y que aquellos que saben hacia donde nadar piden el asilo político de partidos que antes solo los consideraban “chiquillada”, ahora reorientan la fuerza política más importante del estado, la que representa  la administración estatal.

El Partido Verde Ecologista de México… que lejos está ya de aquel instituto político que negociaba sus alianzas y que hoy está recibiendo nuevas adhesiones,  de cada día más  alcaldes del interior del estado que preparan el escenario político a reelegirse, están dando pie a el nuevo orden político del estado.

El amargo adiós a  institutos políticos que se encuentran cada día más solos pero no muertos. Y hay que estar claros amigo lector, porque en la política no se puede hablar de una suerte echada si está no se fortalece, sino se alimenta. 

La clase política de hoy lleva un equipaje ligero, que parece le permite a golpe de timón, dar brincos de una embarcación a otra, en la geo política moderna no se hacen promesas y se atienen a los resultados de los compromisos rotos, porque la factura se cobra, y hoy es momento de demostrar y no sólo de de hablar.  Que se acabe el tiempo de la demagogia para pasar al tiempo de los resultados, de las obras, de la rendición de cuentas.

Los huérfanos políticos que hoy caminan en la calle que refiere a ese transitar de una boda que ya se convirtió en divorcio con los ciudadanos.  Saber qué será de ellos y que sucumbirán a la extinción,  como resultado de no haber trascendido en nada, o que llegue la adopción de aquellos que ahora son padres de proyectos políticos, cuyo apetito y ambición están más presentes que nunca. Ya eran protagonistas sin duda en el curtir a San Luis Potosí ; tras años, tras decepciones. 

Son días de desbandada, días de artilugios, días de esperanza para una segunda o hasta tercera, cuarta oportunidad para aquellos que siguen vivos en el mapa político y electoral del estado, pero también es tiempo de híbridos, de fórmulas que refieren a fusiones y desencantos. 

Bienvenido sea amigo lector, amiga lectora. ¡Que comiencen los juegos!!! 

HASTA LA PRÓXIMA.