¿Militares civiles o civiles militarizados?

AHORA SÍ QUE FUE SUPREMA, supremísima, la Corte de la Nación. La Suprema Corte de Justicia de la Nación, aclaramos, no vayan a pensar que nos referimos a la corte de ciudadanos que en la nación le rinde suprema pleitesía a las ocurrencias mañaneras de quien siempre tiene otros datos. Con una votación de 8 votos a favor y 3 en contra, el máximo tribunal del Poder Judicial, declaró inconstitucional que se dé a la Secretaría de la Defensa Nacional el manejo de la Guardia Nacional. Cuerpo policial que por sus funciones debe ser obligadamente civil. Los votos en contra, fueron de los ministros Arturo Zaldívar, Yasmín Esquivel y Loretta Ortiz. Es de destacar que Arturo Zaldívar, defendió que las fuerzas armadas tomen el control de la policía, pues aunque la SEDENA y la SEMAR son dependencias militares, al estar bajo el mando del presidente tienen una naturaleza civil, afirmó. Si de naturaleza se trata, la naturaleza del Ejército, la Marina Armada y la Fuerza Aérea, está bien definida, son instituciones creadas para salvaguardar la soberanía del país, tienen a su cargo la seguridad nacional, ante cualquier intervención extranjera. La policía tiene a su cargo la seguridad pública, que es otra cosa, la prevención del delito, la investigación del mismo y la persecución y puesta a disposición de las autoridades judiciales de los responsables de ellos. Hay sus diferencias entonces y límites que no deben rebasarse. El jefe supremo de los Fuerzas Armadas, es el presidente de la república, que es un civil pero eso no hace civiles a los soldados y a sus mandos, que son todos militares. Tan es así que un militar nunca deja de serlo, al dejar de estar en servicio pasa a ser militar en retiro. Entonces es muy discutible decir que si su jefe supremo es un civil, no se militariza la policía al dejarla bajo su mando, más cuando hay un criterio constitucional establecido al respecto. Nomás faltó que, Arturo Zaldívar, invocara lo de la auto adscripción, eso de que cada quien es lo que se cree, quiere o percibe ser. Son soldados pero se perciben civiles y todo arreglado.

LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA, dejo en claro la importancia de la separación de poderes para mantener el orden constitucional y poner un freno a los abusos de poder. Los equilibrios necesarios pueden mantenerse en las circunstancias políticas más complicadas y en este caso eso se demostró sobradamente. Alguien comentó que fue una decisión unánime del órgano máximo del Poder Judicial de la Nación. Le señalamos que hubo 3 votos en contra, y nos dijo que esos no contaban. Arturo Zaldívar, Yazmín Esquivel y Loretta Ortiz, más que ministros de la Corte, son de la corte fiel de seguidores del presidente. A Zaldívar, López Obrador, lo quiso mantener como presidente de la Corte porque es de los que todo le aprueban. Yasmín Esquivel, ha sido defendida en las mañaneras por las irregularidades detectadas en sus tesis y ni modo que no corresponda votando a favor de todos sus proyectos. Loretta Ortiz, después de que la propuso para cuanta vacante había y no cejó hasta que quedó, no puede llevarle la contraria y negar que es totalmente palacio. Ya en otra votación, AMLO dijo, “yo los puse y me equivoqué”, refiriéndose a Juan Luis González Alcántara Carrancá, Yasmín Esquivel Mossa, Ana Margarita Ríos Farjat y Loretta Ortiz Ahlf. Según confesó, los propuso para que le ayudaran a aprobar las ocurrencias, bueno, los proyectos de la 4T, y ahora “ya actúan más en función de los mecanismo jurídicos”, aseguró. Al menos, Yasmín y Loretta, siguen pensando que en la ley también hay otros datos, los que tiene AMLO, los demás se apegaron a la Constitución, un aplauso para ellos. 

LO DE QUE EL EJÉRCITO es garantía de hacer las cosas bien, con honradez,  entrega, lealtad y disciplina, es cierto en lo general pero en lo que se refiere a algunos generales, jefes y oficiales, lamentablemente hay otros datos, y no han faltado los que han sido acusados de actos de corrupción en el ejercicio de sus funciones. En el ojo del huracán está el mismísimo general secretario de la Defensa Nacional,  Luis Cresencio Sandoval, por haber presuntamente  dispuesto -en la 4T de la austeridad republicana convertida en pobreza franciscana- de bienes, recursos y personal del Ejército para viajes al extranjero de él y su familia. Traslado en jets militares, hospedaje en hoteles de alta gama, comidas en restaurantes de lujo, viáticos, y un equipo de asistentes militares para lo que se ofrezca. La filtración de correos electrónicos y la denuncia sobre  los viajes del general que si tiene quien lo acompañe -su esposa, su hija, su hijo, su nuera, su nieta y su consuegra- no deben preocuparlo, pues cuando se le preguntó a su comandante supremo sobre esta situación, dijo que no sabía de los viajes y que el general no se había ausentado por 15 día. Pero su familia, le insistieron, “Su familia a lo mejor sí, ¿y qué? ¿Cuál es el problema?”, contestó. Luego se dedicó a descalificar a los que obtuvieron la información y a los que la divulgaron y a  decir que hay otros que viajan igual. ¿Cuál es el problema entonces? que siga el general con sus viajes de terciopelo que no son como los de la tropa, a puro pelo, si bien les va, defensa tiene, NOSOTROS DECIMOS:

En una defensa gentil 

Zaldívar puede agregar,

No viaja como militar,

¡Se pasea  como civil!

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