Martes 21 de Mayo de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.

Alto: oculten todo

Lupillo González | 19/04/2023 | 02:15

La transparencia vive momentos verdaderamente difíciles como nunca en muchos sexenios. Andrés Manuel López Obrador siempre mostró su oposición por la transparencia y desde que fue electo mandatario de la nación, esa resistencia la ha permeado en todas las secretarias de su gobierno.

 

Desde el púlpito presidencial ha lanzado incendiarios ataques contra el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) y pareciera estar empeñado en desaparecer este organismo autónomo, que tan incomodo es para quien hace mal uso de los recursos públicos.

 

Una estocada más a la transparencia fue dado por López Obrador y se fue al extremo, ordenó reservar toda la información de las Fuerzas Armadas bajo el argumento de “seguridad nacional”. El pretexto que pretende utilizar, fue porque se dieron a conocer documentos filtrados del Pentágono en un chat de Discord, que evidenciaron una pugna existente entre la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Secretaria de Marina (Semar). 

 

Otro tema, que obviamente incomodo bastante al primer mandatario fueron las filtraciones que ha hecho Guacamaya Leaks, la última sobre viajes de lujo del secretario de la Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval y de ahí se agarró para enterrar todo lo que por ley debe ser accesible para la ciudadanía.

 

Negar la información que de acuerdo a la ley de transparencia se debe entregar a los mexicanos de las Fuerzas Armadas, es un golpe brutal y nada tiene que ver con el espionaje que hace Estados Unidos en nuestro país. Insisto es un mero pretexto para no rendir cuentas de sus acciones. Es decir, lo hecho por la inteligencia estadounidense le cayó como anillo al dedo a López Obrador para ocular todo.  

 

Pongo un ejemplo muy claro de la opacidad de la actual administración federal, durante el primer año de López Obrador la Auditoría Superior detectó irregularidades tan solo de la Secretaría de la Defensa en el desembolso de 246 millones de pesos que fue gastado en compras durante ese año y solo hizo públicas las contrataciones por una quinta parte del dinero gastado. La constante de este sexenio ha sido el oscurantismo, tal como pasó con la construcción del Aeropuerto de Santa Lucía o parte del Tren Maya. 

 

 Si todo lo anterior son brutales arponazos contra la transparencia, faltaba uno más, que es en verdad inverosímil y cae en lo ridículo. Resulta que la SEP solicitó al Inegi no publicar la información estadística en materia educativa bajo el aberrante argumento que no es de interés nacional.