Al terminar la Segunda Guerra Mundial, el campo de concentración Sylt y otros campos alemanes más pequeños en Alderney, una de las Islas del Canal y de dependencia de la Corona británica, fueron desmantelados borrando cualquier rastro de las matanzas llevadas a cabo en aquel lugar. Ahora el artista Piers Secunda cuenta un capítulo oscuro en la historia de esta pequeña isla británica a través de una reproducción del campo de concentración donde explorará el impacto de la destrucción y la violencia vivida en aquel lugar.
Piers Secunda (Londres, 1976) es un artista y escultor restaurador de la cultura histórica que con la ayuda de su obra recrea piezas de la historia dañadas o destruidas. El artista londinense a extraído un molde de uno de los muros dañados por las balas que forma parte de un fuerte victoriano en Alderney con el que contará la historia de este lugar que protagonizó ejecuciones realizadas por los soldados alemanes que ocuparon las islas del Canal durante la Segunda Guerra Mundial. Del mismo modo se dará voz al examen forense realizado por expertos estadounidenses que revelaron cómo el campo fue cambiando con el tiempo y el tortuoso trato que soportaron sus detenidos y sobre el que se apoya la exposición.
La exposición titulada Alderney: el Holocausto en suelo británico "es la culminación de tres años y medio de investigación, con archivos de Alemania, España, Reino Unido, Estados Unidos, Rusia y Países Bajos", explica Secunda en su cuenta de Instagram. Este molde será el último de una serie de obras que documentan en forma de arte el impacto de los conflictos, un tema en el que el artista se ha centrado desde 2001, año en el que los talibanes volaron los Budas de Bamiyán, esculpidos en un acantilado de Afganistán en el siglo VI.
Gracias a su exhaustivo estudio es capaz de «reconocer patrones distintivos como de invasión, defensa, prácticas de tiro y ejecuciones», explica en el medio inglés The Guardian. Marcas que ha podido reconocer en el muro que se encuentra en el interior de un fuerte victoriano en la playa de Platte Saline, en Alderney. Para reforzar su hipótesis, buscó la opinión de dos especialistas en balística que corroboraron la hipótesis de que el fuerte fue un lugar de ejecución.