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Brian Duffy. El fotógrafo que convirtió a David Bowie en un icono

El Debate | 04/04/2023 | 14:00

El imaginario popular se apropia de todo aquello que marca una época: la sopa de tomate Campbell de Warhol, el logo de Los Ramones, la irreverente lengua de los Rolling Stones o el rayo de Bowie.
 
Todos esos símbolos tienen una historia y sus protagonistas, aunque en multitud de ocasiones terminen cayendo en el olvido o convertidas en conocimiento atesorado por unos pocos testigos. En el caso del famoso rayo rojo y azul, detrás hay dos nombres propios: David Bowie y Brian Duffy, el fotógrafo de las sesiones de fotografía más famosas del cantante.
 
La exposición inmersiva Bowie taken by Duffy repasa cronológicamente la relación entre ambos, su trabajo juntos y el contexto en el que todo tuvo lugar. Producida por Sold Out junto a Duffy Archive y Nomad Exhibitions, la exposición se puede visitar hasta el 15 de junio en el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid. Después viajará por todo el mundo.
 
Lo que diferencia a Bowie taken by Duffy de otras exposiciones sobre Bowie es que explora la figura del polifacético artista en un periodo de tiempo concreto: en la década de los 70, concretamente de 1972 a 1980, cuando el fotógrafo Duffy entró en la carrera del cantante y, mediante sus pocas pero prolíficas sesiones de fotografías, terminó convirtiéndolo en el icono que es hoy en día.
 
Esta experiencia expositiva única lleva a los visitantes en un viaje inmersivo en el tiempo a través de los años 70 y hasta 1980, los años dorados de Bowie. Una década durante la cual Bowie creó los personajes Ziggy Stardust, Thin White Duke, Scary Monsters y el icónico Aladdin Sane. Una década en la que el trabajo en colaboración de Bowie y Duffy, dos extraordinarios inconformistas creativos, produjo momentos de magia, así como las imágenes que definieron la carrera del artista inglés.
 
Las decenas de negativos y objetos que sobrevivieron a las llamas provocadas por el propio Duffy, recopilados posteriormente por su hijo Chris –también fotógrafo–, forman la base de este importante archivo que actúa como hilo conductor de tres décadas de cultura y moda en Reino Unido. Porque tras su último trabajo juntos, Bowie aparcó los personajes teatrales que había desarrollado e interpretado como alteregos hasta entonces y Duffy abandonó la fotografía. Tras ese punto de inflexión, Duffy quiso que todo su trabajo ardiera pero los vecinos, alertados por el espeso y negro humo que soltaban los negativos al quemarse, avisaron al Ayuntamiento. La intervención de los agentes evitaron que ese material, que ahora sostiene la exposición, fuera pasto de las llamas.