El país se nos va de las manos

El País que quisiéramos se va de las manos, el cumplimiento de la ley, parece que solo es para aplicar con todo rigor a las clases media, media baja, vamos, donde se golpea el bolsillo. Para aplicar a los pudientes habrá muchos caminos caros por los cuales permanecerán en libertad si, pero impunes.

Domina Nacionalmente, la noticia de las personas migrantes que murieron y, otros muy graves, en Ciudad Juárez. Las culpas no faltan y, polariza a la clase política dominante, tratando de deslindarse de las responsabilidades.

Lo mismo paso con la muerte de 49 menores en la guardería ABC, el 5 de junio de 2009, en Hermosillo Sonora, fue el sello funesto de la administración de Felipe Calderón, señalado y quedando al descubierto, el descuido de los establecimientos públicos y privados que, se daba en ese caso especialmente, quedaba demostrado totalmente.

La corrupción, fue el sello de Peña Nieto, por cierto un lastre que aún nos flagela y, con ello, después de tener enorme popularidad no la recupero después de la muerte de los 43 estudiantes de Ayotzinapa el 26 de septiembre de 2014. Lo mismo paso: culpas por todos lados que hasta la fecha, aún oficialmente no hay un alivio a los familiares que sufren aún, la incertidumbre de su paradero de sus seres queridos.

La recuperación de nuestra sociedad es impostergable. No podríamos esperar más, pues el desastre de la impunidad, nos hace inmunes a la aplicación de la ley. Necesitamos construir un Estado fuerte, integrado y coordinado en beneficio de los ciudadanos que son gobernados,

Un Estado capaz de contener ambiciones de poder y perpetuarse, conteniendo cualquier intento de captura. Para ello se necesitan instituciones fuertes, autónomas y con personas, mujeres u hombres, leales, íntegras y capaces.

El Estado debería controlar todo el Territorio Nacional y no poner en tela de duda la autoridad, frente a la violencia que vivimos.

Tendríamos que estar, en un mundo globalizado, acercándonos a otros estados que tengan principios y objetivos comunes y no, sistemas ante democráticos, tendientes al autoritarismo.

Mexico nos necesita pero siendo ciudadanos de primera. El civismo, tendría que estar ya, en todas las aulas escolares y no, manuales de adoctrinamiento, como sucede en los países a los que no quisiéramos viajar o, vivir.

@jaimechalita