El Tissot Seastar 1000 está aquí para recordarnos una cosa: en materia de relojes, como en cualquier otra cuestión de estilo, está bien que te guste lo que te guste y listo, ya sea un enorme smartwatch capaz de llevar tu entrenamiento al siguiente nivel gracias a sus funciones o un reloj retro que no hace más que indicarte las horas y los minutos. Sin embargo, quien prefiera las esferas más pequeñas tendrá muchas menos opciones, especialmente en lo que se refiere a relojes de buceo, ejemplo de ello es el rey de la categoría: el Rolex Deepsea Challenge, cuyo esplendor se expande con una espera de 50 mm.
Tissot tiene una oferta única
Es por esta razón que el discreto Tissot Seastar 1000 se destaca con excelencia, un reloj de buceo clásico con caja de 36 mm y movimiento de cuarzo suizo de alta precisión. Su tamaño justo, sin embargo, no es lo único que hace de este reloj un hallazgo estelar, pues aunque nadie pueda sospecharlo, hay varias sorpresas detrás de esa pulcra esfera y el dial con grandes números.
Los relojes de buceo siempre han sido más grandes que sus homólogos terrestres más elegantes, en parte porque una esfera más grande es más fácil de leer bajo el agua. Pero del mismo modo que el sedán familiar del siglo XX dio lugar al todoterreno de tres filas de asientos del siglo XXI, los relojes de todo tipo han tendido a ser más grandes y deportivos durante décadas, en parte para dar paso a diseños más complicados y en parte porque a mucha gente le gusta su aspecto. Si bien esto es sin duda una gran ayuda para las personas con antebrazos fornidos, puede ser un problema para cualquier que posee una muñeca delgada.
Dejando a un lado las dimensiones, el Tissot Seastar 1000 es un reloj de buceo moderno arquetípico, que cumple todos los requisitos de diseño y funcionalidad, desde su bisel giratorio unidireccional (una característica añadida originalmente para ayudar a los buceadores a cronometrar sus inmersiones) hasta sus marcadores horarios geométricos. Aunque hay docenas de relojes de buceo de aspecto similar en el mercado, desde el Rolex Submariner hasta otros más toscos que se pueden comprar en Internet por 50 dólares o menos, gran parte de lo que hace que el Seastar sea una elección tan buena es el nivel de detalles y materiales que se obtienen por su precio.
Características como la resistencia al agua hasta 300 m de profundidad, el cristal de zafiro resistente a los arañazos y caidas, el brillo SuperLuminova en las manecillas y los marcadores horarios, y un elevado nivel de acabado en general, son cosas que normalmente se encuentran en relojes que cuestan mucho más, lo que hace que su precio de 395 dólares sea aún más atractivo, independientemente de lo que lleves en el antebrazo.
Pero seamos honestos, pocas veces nos encontramos con relojes que cumplen nuestras expectativas sin tener que llevarnos a la bancarrota. Es un hecho que el Tissot Seastar 1000 se encuentra en ese atípico rubro, pues asegura la excelencia relojera que caracteriza a Tissot, incluye materiales resistentes y funciones que lo ponen a la altura de otros relojes de lujo del mercado, sin alejarse de sus hermanos de la sección de buenos relojes baratos. ¿Qué otra razón buscas para confiar en él?
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