En los últimos años, Estados Unidos ha experimentado un aumento del 25% en la cantidad de casos de enfermedades transmitidas por garrapatas, entre las que destaca la babesiosis, especialmente en la región noreste del país.
Según datos recientes del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), se han reportado más de 16.000 casos de babesiosis entre 2011 y 2019 en el país.
¿Qué es la babesiosis y cómo se transmite?
La babesiosis es una infección causada por especies del protozoo Babesia, que puede ser asintomática o derivar en fiebre, anemia hemolítica o incluso paludismo. Esta enfermedad se transmite principalmente por garrapatas del ciervo, que se alimentan de roedores infectados y, posteriormente, pueden transmitir la infección a los seres humanos.
La Babesia también puede ser transmitida por transfusiones de sangre o transplantes de órganos, por lo que en Estados Unidos se realizan distintas pruebas para detectar su presencia antes de estos procedimientos. La infección congénita es menos común, pero también es posible.
Síntomas y tratamiento de la babesiosis
La incubación de la enfermedad puede tardar una o dos semanas, tras las cuales pueden aparecer síntomas como fiebre, escalofríos, fatiga, dolor de cabeza, dolor muscular y articular. En la mayoría de los casos, estos síntomas desaparecen después de siete días, pero en otros casos pueden aparecer complicaciones como ictericia, anemia hemolítica, neutropenia y trombocitopenia.
El tratamiento de la babesiosis puede variar dependiendo de la gravedad del caso y del peso del paciente, pero puede incluir medicamentos como atovacuona y azitromicina, o quinina con clindamicina en casos más graves. Es importante detectar y tratar la enfermedad a tiempo, ya que puede ser mortal si no se trata adecuadamente.
Prevención y cuidados para evitar la babesiosis
Para prevenir la babesiosis y otras enfermedades transmitidas por garrapatas, es importante tomar medidas de precaución como evitar zonas con mucha vegetación y mantener el césped y los arbustos bien cortados.
También se recomienda usar ropa protectora, aplicar repelentes de insectos y revisar cuidadosamente la piel y el cabello después de estar en zonas de riesgo.
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