Fritangas y chantaje amenazan la imagen de la ciudad

Estos días que faltan para el inicio de la semana santa bien los podrían aprovechar las autoridades para negociar con los grupos de vendedores de fritangas y garnachas que tradicionalmente se instalan en las plazas y lugares más bellos del centro histórico para que se instalen en otra parte y no vuelvan a ofrecer el deprimente espectáculo de puestos hacinados y humeantes que impiden su disfrute a los turistas.

Lamentablemente, excepto los años que la pandemia evitó los festejos semanasanteros en la capital potosina importantes sitios de atracción turística como la plaza de San Francisco o el área circundante al templo de San Agustín siempre se vieron invadidos de puestos de venta de tacos y una amplia variedad de garnachas con grandes comales grasientos donde las cocinaban obstruyendo el paso y la vista del paisaje así como a un costado de la iglesia del Carmen sobre el cruce de las calles Manuel José Othón y  Juan Sarabia y aun sobre la plazoleta del lugar ofreciendo un pésimo espectáculo a los turistas que no podían admirar con libertad las bellezas de nuestros atractivos arquitectónicos.

Ante este problema hace unos años se negoció con los vendedores de garnachas que durante la semana mayor se instalara en los andadores de la alameda Juan Sarabia promoviéndolos como la feria del taco que, aunque solo tuvo lugar una ocasión puso de manifiesto que sí hay alternativas que proponer para retirar del centro esa vendimia maloliente y amontonada.

De paso, también la autoridad podría negociar con la gente de la organización antorcha campesina para que se abstengan de invadir la plaza de armas con sus puestos de venta de bolsas de mujer y demás artículos de uso personal incluyendo los de aguas frescas elotes y frituras que, de plano, hacen imposible que los visitantes paseen por el rumbo.

Para acabarla de amolar se espera que en cualquier momento l la Paca Reséndiz mande a sus hueste del sittge a plantarse frente al palacio de gobierno con el fin de intentar su chantaje de siempre de impedir el paso de la procesión del silencio en caso de que no le concedan plazas laborales a su gente y se incrementen las cotizaciones al sindicato pues no es barato tener estudiando a las hijas en el extranjero como tampoco lo es sostener una residencia en el fraccionamiento campestre lance que se puede desactivar anticipadamente antes de que la mujer empiece con su teatro porque las fritangas y este chantaje aparecen como las amenazas inmediatas para la imagen de la ciudad.

CABOS SUELTOS

El canciller Marcelo Ebrard ya le entró a la pelea de bardas para pintas de la autopromoción pues ya se ve por varios rumbos de la ciudad algunas con su frase distintiva: “ mi carnal Marcelo” aunque la Sheinbaum es la que tiene la mayor parte con su : es Claudia.